Cristianismo sin Cristo

Un maestro de instituto bíblico hace algunas semanas me dijo lo siguiente: “Una gran mentira se teje con un hilo de verdad”. Este es un dicho bastante popular al parecer, y la verdad tiene mucha razón.

 

A raíz de una conversación que tuve durante la semana, recordé que hace poco más de un año, hice un estudio sobre Estoicismo y Epicureísmo, en esa ocasión debido al tiempo de exposición que tenía, tuve que limitarme a dar una definición bastante generalizada de éstas, hace un par de días tuve la oportunidad de dar una relectura a estas filosofías y profundizar en ellas un poco más, esta es una pequeña descripción del estoicismo.


1.            Concepción ética de esta escuela (Estoica) según la cual el bien no está en los objetos externos, sino en la sabiduría y dominio del alma, que permite liberarse de las pasiones y deseos que perturban la vida


2.            Fortaleza y dominio sobre uno mismo, especialmente ante las desgracias y dificultades.


Como podemos ver el Estoicismo es una corriente filosófica que nos brinda algunas directrices y un camino hacia la felicidad y el propósito de la vida. Cuando hablamos de una persona estoica como vemos en la segunda definición, nos referimos a alguien que ha tomado una actitud de “autocontrol” no dejando que hechos externos, como pérdidas emocionales, afecten su vida (la muerte de un familiar, amigo etc), desde el punto de vista de la filosofía misma, la característica que mejor define el principio del estoicismo es el “autocontrol”.

En la biblia podemos encontrar referencias a esta filosofía. En hechos 17:18 Pablo disputaba con ellos (Estoicos y Epicúreos) a causa del evangelio, entendido este que dichas filosofías dejaban fuera de la ecuación a Cristo.

Pero aterricemos un poco más las proposiciones de los Estoicos, estas frases pueden hacernos entender mejor sus postulados; “No te preocupes de lo que no puedes cambiar”; “Seguir virtudes morales por encima de riquezas, salud o una vida confortable (esto da sentido a la vida)” ; “No busques la riqueza, tampoco la rechaces si llega, pero esta no contribuye para ser un “ser moral”;  “Buscar hacer el bien a los demás, sin importar quien sea y sin esperar nada a cambio”; “Busca la sabiduría, templanza, fortaleza, justicia y prudencia” ; “Ponte en los zapatos de la otra persona (empatía) no hagáis lo que no queréis que os hagan”.

Al oír todas estas cualidades del estoicismo, la respuesta lógica de un cristiano probablemente sea: “no es malo” o “no es tan terrible”, al fin y al cabo cada una de las cualidades anteriormente nombradas tienen un fundamento bíblico (Mt 6:27),  (proverbios 16:16),  (proverbios 23:4), (Lucas 6:35), Sabiduría (Prov 16:16), Templanza (Gálatas 5:23), Fortaleza (Salmo 27:1), Justicia (2Tim 2:22), Prudencia (Mt 10:16), (Lucas 6:31); y si están en la biblia entonces son cualidades verdaderas al fin y al cabo. Pero no debemos olvidar que, “una gran mentira se teje con un hilo de verdad” y es que esta filosofía es igual de peligrosa que el legalismo debido a que presenta el mismo error, ¿cuál sería el error? sacar a Cristo de la ecuación.

Podemos decir entonces que el estoicismo básicamente es cristianismo sin Jesús.  (Si hasta se ejemplifica con la inmolación de Sócrates en consecuencia con su obediencia civil); su finalidad entonces es vivir “felices y con propósito”.

Pero, tener un cristianismo sin Cristo es como tener un Ferrari sin motor, porque, aunque la carcasa es muy valorable (al igual que los valores que propone el estoicismo), lo que hace que el Ferrari cumpla su propósito es su motor, que sin duda es lo más valioso de éste. De la misma manera, el cristianismo no funciona sin su motor el cual es Cristo; por lo tanto, tratar de ser estoicos es similar a llevar un Ferrari impulsado por Pedro Picapiedra; es decir empujar nuestra vida por nuestras propias fuerzas. es Cristo quien me mueve a obrar, en su poder y en su fuerza. El estoicismo me ofrece “autocontrol” basado en mis propias fuerzas, Cristo me ofrece “dominio propio” (que en esencia no es propio), el estoicismo me dice que puedo ser fuerte, contrario a ello Cristo me dice eres fuerte en mí. No nos dejemos engañar, el cristianismo sin Cristo solo terminará siendo un “ismo” más, no podemos olvidar que la condenación en el nuevo pacto no radica en ser “mala persona”, la condenación  se recibe por el menosprecio a la luz que vino al mundo, a la cual no me quiero acercar, porque aunque me vista de las hojas (una vida moral y ética ) como Adán y Eva, mis vestiduras y mis “ismos” jamás serán suficientes para cubrir mi desnudez. Decir que soy cristiano con algún apellido (Humanista Cristiano, Derechista Cristiano, Comunista Cristiano, Feminista Cristiana, Machista Cristiano) es simplemente un gran engaño, ya que todos los “ismos” que podamos agregar son solo Ídolos creados a nuestra imagen, pero el único Dios verdadero, el de la Biblia, es celoso. Finalmente, lo más importante, Jesús dijo “yo soy El camino, LA verdad y LA vida”, cada sustantivo está en forma singular, fuera de Cristo no hay más, él es el gran “Yo Soy”, el es Cristo.

 

Autor:Gonzalo Vega

Editora: Silvana Díaz Romero