UN GRAN CONSEJO PARA

INICIAR TU DIA

Eso que te gustaría hacer:

Quizás uno de los mejores consejos que puedas recibir es levantarse temprano. No voy a intentar convencerte con argumentos científicos ni palabras lindas, pero creo que hacerlo es uno de los mejores hábitos que puedes llegar a ganar si te lo propones.

Cada vez que logras salir de tu cama, salir del calor que te pueden brindar las frazadas, y ponerte en pie cuando aún no ha salido el sol, es una oportunidad para que puedas hacer cosas que antes no habías podido realizar porque actualmente y lo sabes, no te alcanza el tiempo.

¿Qué cosas te gustaría hacer y no te alcanza el tiempo?, quizás sea estudiar un nuevo idioma, o comenzar esa rutina de ejercicios que habías abandonado porque llegaron los hijos a tu vida o porque comenzaste un programa de estudios muy extenuante; puede que estés tan atareado que en verdad llegues al final del día acostándote pasado las 23, 24 o hasta 2 ó 3 de la madrugada, pero de todas esas horas gran parte te la pasas “procrastinando”, es decir, perdiendo el tiempo, flojeando, y de manera efectiva solo has ocupado quizás unos 30 minutos, pero las otras quizás 3 horas con 30 min de esas 4Hrs. que te pasaste en tu escritorio, sólo miraste el techo o miraste el computador con la mirada perdida, hiciste como que estabas pensando en tu proyecto o trabajo que te convocaba, pero realmente estuviste pensando en: “¿quienes serán las personas que tienen mi mismo número de celular pero con un digito final mayor o menor?”, y hasta te sentiste tentado en llamarles pero como eran las 2 de la mañana, sólo aumentaron las ganas de llamar a ese número que no conocías, pero te contuviste porque estabas en otra cosa, pero ya perdiste varias horas de tu tiempo sentado, haciendo como que estabas concentrado. Sí, efectivamente ese tiempo ya lo perdiste y nunca mas volverá, pero si lo piensas no esta todo perdido, desde hoy puedes comenzar a ocuparlo durmiendo y luego en la mañana ocuparlo, pero con un cerebro más descansado y un cuerpo que ya ha pasado horas de recuperación y listo para comenzar una jornada de trabajo.

 

La Palabra nos invita a Levantarnos temprano:

Existen muchas personas exitosas que se levantan a las 5 am y pueden distribuir su tiempo en las cosas que más les gustan. No por nada la Palabra de Dios nos insta a que podamos buscar a Dios en las mañanas. Por ejemplo, se viene a mi mente el Salmo 5:3 cuando dice: “por la mañana, Señor, escuchas mi clamor; por la mañana te presento mis ruegos, y quedo a la espera de tu respuesta”. Notemos que dice dos veces en un mismo versículo, por la mañana, y si consideramos que cuando existe repetición en la escritura hebrea, es porque se quería colocar un énfasis especial en esta palabra repetida; y si es así, algo de ganancia debemos encontrar en esta práctica.

 

El descanso es necesario:

Cierto es que para levantarse temprano, también es necesario acostarse a una hora prudente, para que el cuerpo tenga tiempo de recuperarse. Claro está que si nos acostamos en horas de la madrugada, no pretendamos levantarnos a las 5 am y pensemos que nuestras actividades estarán siendo realizadas con una mente renovada, despierta y lucida; no, no nos engañemos, estaremos levantados si, pero con una mente que estará adormilada. El cuerpo en esas condiciones aún no se recupera, pero ¿qué sucedería si las cosas que nos hemos quedado haciendo en la madrugada las dejásemos para las horas de la mañana? Es muy probable que si pretendíamos avanzar en un informe durante 4 horas en la noche, podamos avanzarlo en la mitad del tiempo e incluso menos.

 

Las posibilidades son infinitas, lo que tu quieras realizar en esas primeras horas donde tu cerebro está mucho mas despierto las puedes hacer, solo debes decidir el itinerario y saber en qué áreas deseas crecer o qué es lo que realmente te importa hacer y necesitas avanzar.

 

Ganar un hábito requiere de una Motivación:

El hábito de acostarse temprano, es un hábito muy difícil de conseguir, porque en estos tiempos gran parte de las reuniones extraoficiales de amigos se realizan precisamente al término del día, donde se supone que ya la jornada laboral ha terminado y los hijos ya están durmiendo, o bien donde se supone que estamos viendo alguna serie o bien haciendo realmente nada. Lamentablemente, sí, muy probablemente tendrás que alejarte un poco de tus amigos más noctámbulos, y lógicamente hay que priorizar qué es lo que realmente es más importante para mi.

Alcanzar un nuevo hábito se trata en gran medida de conocer por qué lo quiero ganar. ¿Me hace bien?, ¿por qué necesito ganarlo?, ¿qué es lo que efectivamente ganaré a corto, mediano o largo plazo si lo comienzo a practicar?. Si quiero ganar el hábito de lavarme los dientes después de cada comida, es porque deseo no tener un mal aliento, porque no quiero mis dientes amarillos y no quiero caries.  Si deseo ganar el hábito de realizar una actividad física y mejorar mi alimentación, es porque quiero ganar mejor salud y no tener que gastar en medicamentos más adelante, quiero verme mejor, mejorar mi autoestima y que la ropa que me gusta pueda ponérmela. Ahora bien, si quiero acostarme temprano, es porque quiero comenzar a levantarme temprano, y es también porque quiero hacer algo en esas primeras horas del día que “muchos dicen que son altamente productivas”, pero que en este momento aun no sé que tan cierto, o no, sea esto. La única forma de saber si esto es así, es comenzar a acostarme temprano, para levantarme temprano y realizar una actividad que realmente me importe realizar. Quizás sea estudiar la Biblia, o bien hacer ejercicios, hacer las tareas de un Magister o Doctorado, cosas que en horarios del día me resulta imposible realizar.

 

En verdad despertarse en la madrugada con un cerebro que posee las horas de sueño correspondientes, se vuelve un tiempo donde todo esta en silencio, las neuronas están activas, los pensamientos no están divagando por algo que me haya sucedido en el día, toda mi concentración está en lo que tengo delante y puedo planificar mi día de la forma que yo quiera. Puedo conectarme con mi creador y pedir su bendición, puedo decidirme por una tarea o quizás pueda hacer varias. Hacer una rutina de ejercicios mientras le pido a Dios para que bendiga mi día ¿por qué no?, no eres menos cristiano si vas a trotar en la madrugada, por un lugar seguro claro está, mientras te comunicas con el Padre eterno y le cuentas que quieres hacer en tu día.

 

Que tengas un hermoso día y muy bendecido.

 

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Ptr. Rafael Daviú Pimentel
Kinesiólogo de la Universidad de Antofagasta
Quiropráctico de la Universidad Central
Bachiller en Teología del Instituto Bíblico Nacional.
Bachiller en Teología del Instituto Bíblico Cuadrangular.