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Historias relacionadas con matrimonio

PADRES COMPROMETIDOS, HIJOS BENDECIDOS

La importancia de la presencia de Dios en los corazones de los cónyuges.

Este artículo ha sido gentileza de los Pastores Cinalli, ministros de Dios dedicados a la obra de la restauración sexual y que contribuyen a la formación de matrimonios más sólidos y familias más sanas. Visite su página web “Placeres Perfectos” en (www.placeresperfectos.org).

“Hubo en los días de Herodes… un sacerdote llamado Zacarías y su esposa… se llamaba Elisabet. Y ambos eran justos delante de Dios, andando irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor. Y no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya de edad avanzada. Y aconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios… se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso. Y viéndole, se turbó Zacarías, y cayó temor sobre él. Mas el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu esposa Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan… Y será grande delante del Señor… y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre… Y dijo Zacarías al ángel: ¿En qué conoceré esto? Porque yo soy viejo, y mi esposa es de edad avanzada. Y respondiendo el ángel le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y soy enviado a hablarte y darte estas buenas nuevas. Y he aquí estarás mudo y no podrás hablar, hasta el día que esto sea hecho, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo… Y aconteció que cumpliéndose los días de su ministerio, se fue a su casa… Y después de aquellos días concibió su esposa Elisabet…”, Lucas 1:5-24.

Observa detenidamente el versículo 6: Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor”. Otra versión traduce el mismo versículo de la siguiente manera: “Los dos eran justos delante de Dios y obedecían los mandatos y leyes del Señor de manera intachable” (VP).

El secreto de un matrimonio con futuro radica en la relación con Dios de cada uno de sus miembros. Cuanto más cerca estén de Dios, más cerca estarán el uno del otro.

Imagina un triángulo en el que Dios está en la cúspide y los esposos en los vértices inferiores. Ahora supone que cada uno de ellos progresa en su relación de amor con Dios hacia la cima. La consecuencia natural es que ellos estarán más cerca el uno del otro.

¡Muéstranos un matrimonio que crece en su relación con Dios y te mostraremos un matrimonio con futuro!

Ahora compara los dos versículos siguientes:

Un día en que al grupo sacerdotal de Zacarías le tocó el turno de oficiar delante de Dios, versículo 8 (VP).

Dios ha oído tu oración, y tu esposa Isabel te va a dar un hijo…”, versículo 13 (VP).

¿Cuántos años oraron Elizabeth y Zacarías pidiendo un hijo? Sin lugar a dudas que fueron muchos porque el pasaje bíblico señala que Elizabeth era anciana. Sin embargo, “un día” recibieron su milagro. Llegó el día en que su oración fue contestada. “Un día”, no cualquier día. “El día” en que Zacarías servía a Dios. ¿Es casualidad que quién sirve a Dios reciba de manera abundante? ¿Es mera coincidencia que el que sirve y obedece a Dios sea bendecido?

“Un día”, “el día de Zacarías”, podría también ser tu día, el día en que Dios conteste tu oración. Recuérdalo: obediencia y servicio, las razones perfectas para que Dios te bendiga.

“Tú te llenarás de gozo, y muchos se alegrarán de su nacimiento, porque tu hijo va a ser grande delante del Señor…, y estará lleno del Espíritu Santo desde antes de nacer”, versículos 13-16 (VP).

¿Quién no quisiera tener un hijo así? “Grande delante de Dios y lleno del Espíritu Santo”. Cuanto más obedientes sean los padres a Dios, más favorecidos serán sus hijos. El mejor legado que puedas dejarle a tus hijos es una vida de total entrega y obediencia a Dios.

Desafío familiar

¿Qué es lo que realmente importa en esta vida? Muchas cosas parecen transcendentales, pero cuando llega el final de nuestra corta existencia y el “telón cae”, podemos apreciar con claridad que muchas de esas cosas por las que hemos luchado carecen de valía; que todo es pasajero, que no somos imprescindibles y ahí caemos en la cuenta de que solo los afectos cercanos importan.

¿Has pensado en terminar con tu matrimonio porque no es lo que esperabas? Zacarías podría haberse divorciado de su esposa a causa de la esterilidad, pero siguió junto a ella, aun cuando no era todo lo que él hubiese deseado. El compromiso con tu familia debe ser tal que Dios pueda depositar su bendición para que se multiplique en miles de vidas transformadas.

¿Tienes alguna oración que has elevado insistentemente a Dios y todavía no ha sido contestada? Si tu respuesta es sí, conviene que te preguntes: “¿en qué áreas todavía no estoy obedeciendo completamente? ¿Estoy sirviendo a Dios?”. Si tu respuesta es: “no”, ¿qué pasos tomarás para que eso ocurra?

Finalmente, si obedeces, sirves y vives comprometido/a con Dios y tu familia, y tu oración no tiene respuesta, espera pacientemente, ya que Dios sabe cómo hacer las cosas. La demora en la respuesta a la oración de Zacarías y Elisabet tuvo sus razones. Dado que Juan nació cuando sus padres eran ancianos probablemente no lo vieron morir. ¿Qué padres podrían soportar el dolor de semejante pérdida luego de tantos años de espera? También allí puede verse el amor de Dios.

Dios sabe exactamente lo que te conviene. Él se reveló como un Dios de amor y te ama de modo entrañable. No te desalientes, la falta de una respuesta inmediata a tu petición podría ser una señal más del profundo amor que Dios te tiene. Sin saberlo podrías estar en medio de un proceso que te conduce a tu milagro.

Extraído del libro “Casados y felices” – Ramón Osorio

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Pastores Cinalli

Extraído de página web www.placeresperfectos.org

Artículo “Padres comprometidos, hijos bendecidos”

 

 

CRISIS NORMATIVA 1: EL INICIO DE LA CONVIVENCIA CON EL CÓNYUGE

Cuando la luna de miel se acaba y comienzan los problemas conyugales por la convivencia

¿Qué son las crisis normativas?

 

 Las crisis normativas o crisis del desarrollo son aquellos momentos de caos a nivel familiar que son comunes o normales que aparezcan ante ciertas circunstancias. Algunas crisis normativas son: la llegada del primer hijo; la crisis del nido vacío; el fallecimiento del cónyuge, entre otras. En este artículo se abordará la primera crisis normativa que relata la psicología familiar: El inicio de la convivencia con el cónyuge.

 

Es común que cuando la pareja comienza a convivir, experimenta una dulce luna de miel que hace que su romance esté en su mejor momento. Después de un tiempo, la enamorada pareja comienza a experimentar roces y diferencias que dificultan el ponerse de acuerdo sobre cómo abordar o hacer ciertas cosas. Estos roces pueden ir aumentando, generando un desgaste en la pareja la cual comienza a vivir esta crisis del desarrollo que, aunque sea considerada por la psicología como “normal”, no deja de ser molesta o dolora.

 

Pero ¿por qué sucede este problema?

 

El problema

 

Cuando se inicia la convivencia conyugal, se debe considerar que va a existir sí o sí en algún punto de la relación un choque cultural, puesto que cada integrante ha heredado una cultura familiar distinta de la otra, donde presentan dinámicas para hacer las cosas de manera diferente, creencias sobre lo que cada uno debe hacer que no siempre coinciden, diversas ideas sobre las formas sobre cómo, quién y cuándo se hacen las cosas, provocando roces en la pareja. En ocasiones uno de los cónyuges pone en mayor estima su propia cultura familiar y muchas veces en una actitud soberbia, se menosprecia la idiosincrasia familiar de la pareja o en otros momentos simplemente no se es capaz de observar los defectos de la propia dinámica familiar que hemos heredado, y por consiguiente, en una actitud voluntariosa y llevado a las propias ideas, se considera solo la propia opinión sobre cómo llevar la dinámica de este matrimonio.  

 

Aspectos como: limpieza del hogar, manejo del dinero, quehaceres domésticos, compras domésticas, sexualidad, aspectos emocionales, horarios, aspectos laborales, manejo de relaciones con amistades, manejo de las relaciones familiares (sobre todo con suegros y suegras) entre otros, pueden ser fuente de conflictos y roces constantes, que de no ser abordados de manera sabia, puede llevar a resentimientos en el futuro.

 

En Cantares 2:15 (NTV) dice: “Atrapen todos los zorros, esos zorros pequeños, antes de que arruinen el viñedo del amor, ¡porque las vides están en flor!”. Esta porción está en el contexto que cuando las vides estaban en flor, se les cercaba para que los animales más grandes no pudiesen destrozarla, sin embargo, animales pequeños como los zorros, eran capaces de traspasar las cercas y dañar las vides. Esto alude a que cuando mi relación romántica está en apogeo o en plena luna de miel (las vides están en flor), no siempre lo que daña la relación son las cosas grandes como la infidelidad o la violencia (animales grandes) si no que son las pequeñas cosas (zorros pequeños) que arruinan el viñedo del amor. Como psicóloga he atendido varios matrimonios donde existe resentimiento y raíces de amargura por largos años y que al profundizar sobre las razones de la distancia afectiva que existe entre ellos, surgen innumerables reproches de tipo “zorros pequeños” que al convivir con ellos por largos años, quedan pocos recuerdos del amor que se profesaron en el altar y finalmente prima en la memoria el cansancio de las discusiones, el desinterés por reavivar el fuego y un desencanto por la persona que alguna vez juró amar hasta la muerte.  

 

La Solución

 

1. Busque tener una actitud humilde y respetuosa: Ante los conflictos maritales, la humildad siempre es una buena compañera. También lo es ser reflexivos, escuchar con atención y hablar con claridad, pero son cosas que cuando uno está enojado es difícil de realizar, por lo mismo promover una comunicación desde el amor y la humildad es fundamental al inicio de la relación. Puede que haya diferencias en las ideas sobre como abordar ciertas cosas, pero estas diferencias deben ser abordadas con un corazón humilde y con labios respetuosos. Si está enfadado, deje la conversación para después, cuando pueda dominar sus labios y comunique sus ideas sin herir a la persona que prometió amar, cuidar y proteger.

 

2. Hable sobre conductas, no sobre críticas familiares: Ninguna familia es perfecta, todos tienen algo que mejorar, pero restregar los defectos o criticar a la familia de origen del cónyuge es una terrible opción para un matrimonio saludable (aunque tenga razones para hacerlo), siempre generará heridas innecesarias. Es mejor hablar sobre las conductas o normas que le gustaría que estuviesen en esta nueva familia que criticar la familia del cónyuge. Por ejemplo: si la familia del cónyuge es desordenada con los dineros, en vez de criticar lo despilfarradores que es la familia, es mejor hablar con sabiduría y decir algo como: “me gustaría que fuéramos ordenados con los dineros, y si se puede, ahorrar para tener cierta tranquilidad si es que hay alguna emergencia”. Evitar frases como: “eres igual a tu mamá” o “te comportas igual que tu papá” no aporta en nada a su matrimonio.

 

3. No compare con su familia de origen: Recuerde que es necesario que cada uno deje a su padre y a su madre para unirse a su mujer (Génesis 2:24), esto no solo es algo físico de tener la vivienda propia, sino que también entender que con mi cónyuge estamos formando una nueva familia, por ende, la cultura familiar es una distinta a la de la familia de origen de cada uno. Con humildad, amor y respeto evalúen que aspectos de cada familia les gustaría repetir y cuáles les gustaría hacer diferente, y de ser necesario, qué aspectos les gustaría hacer totalmente diferente a ambas familias, esto no con actitud soberbia para sentirse superior, sino con actitud de mansedumbre ante los aprendizajes que ambos han obtenido de las experiencias familiares.

 

4. Atrapen juntos las zorras pequeñas: Es normal que a la nueva pareja le cueste un tiempo en adecuarse, ajustarse y aprender a convivir y hacer de esto un verdadero equipo de trabajo. Para ello la comunicación es fundamental, y no solo comunicar asertivamente sobre mis necesidades (comunicando más lo que espero del otro que hacer un gran listado de reproches), sino que escuchar atentamente lo que el/la compañero/a de vida me está solicitando y considerarlo para hacer algo al respecto, de lo contrario, es posible que esa “zorra pequeña” termine arruinando el viñedo del amor por no actuar a tiempo.

 

 

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Psicóloga Gianina Schiavi Canessa

Iglesia Cuadrangular Hualpén, VIII Región del Bío-Bío, Chile.

Estudiante Bachillerato en Teología del Instituto Bíblico Nacional.

 

CONVIVENCIA FAMILIAR Y CUARENTENA

Cuando la convivencia y la cuarentena es un problema en la familia.

La pandemia del COVID-19 ha provocado severos cambios en nuestra forma habitual de vivir, de hecho, todo nuestro estilo de vida ha tenido que modificarse a causa de las medidas sanitarias que hemos adoptado para proteger nuestra salud y a las personas que más amamos. Este tiempo de COVID-19 ha sido un verdadero tiempo de prueba, de desierto, de pasar por fuego en diversas áreas de nuestra vida. No sólo hemos tenido que cambiar la forma de trabajar, educarnos o congregarnos, sino que lo más importante es que hemos tenido que enfrentar con todo aquello que evitábamos ver, que postergábamos, que huíamos mediante el trabajo o alguna actividad fuera del hogar. Este tiempo ha sido para muchas familias una prueba de fuego donde hemos podido apreciar cuánto amor, respeto, confianza y tolerancia nos tenemos entre nosotros.

 

El problema de la convivencia en cuarentena

 

Cuando el fuego pasa por la vida del ser humano surge lo mejor y lo peor de él, saliendo a la luz lo que verdaderamente hay en nuestro corazón, es así como podemos cómo ha aumentado la agresividad en un sin número de personas, las faltas de respeto, la incomprensión y el egoísmo. Sin embargo, también podido ver en otros que se ha hecho visible la resiliencia, la solidaridad, el compañerismo y la unidad. Si te fijas es la misma prueba para todos, pero reaccionamos de manera diferente ¿por qué?, porque, así como dice en Lucas 6:45 (TLA) “La gente buena siempre hace el bien, porque el bien habita en su corazón. La gente mala siempre hace el mal, porque en su corazón está el mal. Las palabras que salen de tu boca muestran lo que hay en tu corazón”, en otras palabras, es en los momentos de prueba que nuestras máscaras se caen y surge el verdadero “yo” y por consiguiente esto puede llevarnos a tener problemas o discusiones con la gente que nos rodea. En 1 Pedro 1:6-7 (RV60) dice: “En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario,  tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe,  mucho más preciosa que el oro,  el cual aunque perecedero se prueba con fuego,  sea hallada en alabanza,  gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo”, en resumen Pedro nos dice que en tiempos de pruebas se puede notar cuanta espiritualidad y carnalidad tenemos en nuestro corazón y nos invita que una vez pasada la prueba, nuestra confianza en Dios no se haya quebrantado o flaqueado.

 

De manera complementaria, en Juan 15:8 (TLA) dice: “si ustedes dan mucho fruto y viven realmente como discípulos míos, mi Padre estará orgulloso de ustedes, esto es interesante ya que la forma en que tenemos para glorificar a Dios es llevando abundante fruto y no es sólo una forma de darle la gloria, sino que además es una manera de demostrar que somos sus seguidores o discípulos, tal cual dijo Jesús “por sus frutos los conoceréis” (Lucas 6:16 RV60) ¿y cuáles son esos frutos? Quisiera comentar 2 referencias acerca de lo que son los frutos, el primero lo encontramos en Efesios 5:9(NVI) que dice: “el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad” y en Gálatas 5:22-23a (NVI) “En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio”. Cuando uno mira la propia vida a la luz de la palabra, nos damos cuenta cuánto nos ha costado adquirir estos frutos, realmente estamos al debe en ser como Cristo lo fue, más que mal cristiano significa “cristo pequeño”, pero al mirar el fruto que el Padre quiere que llevemos en abundancia nos damos cuenta cuánto nos falta morir a nosotros mismos para que Cristo crezca en nosotros, esto lo podemos ver en cosas cotidianas donde por ejemplo perdemos la paciencia con facilidad, somos impulsivos con nuestra boca o acciones, quejumbrosos, egoístas, manipuladores, poco agradecidos, a veces nos gana el orgullo por sobre el amor en nuestro hogar e incluso nos falta la cordialidad entre nuestros cercanos … si nuestra vida cristiana carece de fruto, vamos a tener problemas de convivencia. A causa del COVID-19 donde ya no podemos huir de nuestros hogares cuando las cosas se ponen difíciles, donde podemos ir físicamente a la iglesia y no contamos con la liturgia eclesiástica que nos hacía sentir “buenos”, queda al descubierto en este tiempo de prueba lo que realmente somos, lo sincero, lo que de verdad hay en nuestro corazón, y si hay problemas de convivencia, es altamente probable que sea porque una o varias partes de la familia carece del fruto del Espíritu de Dios.

 

Entonces… ¿qué hacer?

 

A continuación, daremos estrategias espirituales y prácticas que pueden ser de orientación para ti y para los que te rodean.

 

Estrategias Espirituales:

 

Desde una mirada espiritual, debemos como cristianos llevar mucho fruto para poder tratar a los demás como Dios quiere que nos comportemos, pero ¿cómo tener fruto en abundancia?, la respuesta la encontramos en Juan 15:4-5 (PDT) “permanezcan en mí y yo permaneceré en ustedes. Ninguna rama puede dar fruto si está sola, sino que tiene que estar unida a la vid. Igual sucede con ustedes, no pueden dar fruto si no se quedan en mí. Yo soy la vid y ustedes las ramas. El que permanece en mí, y yo en él, producirá mucho fruto, pues separados de mí, ustedes no pueden hacer nada”, es decir, debemos buscar a Dios y permanecer bajos sus alas, buscar su presencia, morir cada día a nosotros mismos para que Cristo crezca en nosotros y obedeciendo sus preceptos, así podremos empezar a ver estos frutos que restauran las vidas de los creyentes y sus relaciones interpersonales, incluyendo matrimoniales y familiares, tal cual dice 2° Crónicas 7:14 “si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra

 

Muchas veces hemos llevado nuestra vida a nuestra manera, y las consecuencias las estamos enfrentando hoy ya que no podemos huir o seguir fingiendo que las cosas están bien, o peor aún, que se solucionarán de manera espontánea y sin esfuerzo. Sin embargo, a veces por nuestras propias malas decisiones, por nuestra falta de amor (a los demás o a sí mismos), por nuestra terquedad o incluso por nuestro orgullo, hemos facilitado que las relaciones familiares se deterioren. Es una buena oportunidad para empezar a hacer las cosas bien desde el día de hoy, recuerda que las misericordias de Dios se renuevan cada día (Lamentaciones 3:23) y por ende cada día puedes empezar a hacer las cosas conforme el plan de Dios. Por eso busca del Señor, para que lleves fruto en abundancia y puedas enseñar esto a tus hijos, a tu cónyuge y a todos los que te rodean, y así podrás ir sanando tu tierra

 

Estrategias Prácticas:

 

Sabemos que cada hogar es distinto, pero aquí te dejamos 8 sugerencias que pueden ser de ayuda para tener una mejor convivencia.

  1. Realizar Asambleas de Convivencia: Si bien es cierto que debido al distanciamiento físico las familias pasan mucho más tiempo juntas, la verdad es que pocas veces se establecen espacios para compartir quejas, necesidades y expectativas. La idea es que en estas asambleas todos los miembros de la familia puedan expresar sentimientos, inconformidades, etc. Y de esa forma se toman acuerdos para reducir los conflictos, por ejemplo: horarios para el uso de la TV, colaboración en el hogar, horarios para actividades juntos, etc. La idea es que con una actitud constructiva (y no de buscar culpables) pueda organizarse para que todas las necesidades y gustos sean atendidas.

 

2. Evitar el exceso de actividades: Uno de los temores de los padres en estos tiempos de cuarentena es que los hijos se aburran. Como no hay clases, tampoco se puede ir a parques, es probable que los niños se expongan con más facilidad al aburrimiento. Para evitarlo, puedes caer en la tentación del exceso de actividades, lo que puede agotarte o agotar a tus hijos. No le temas al aburrimiento, de hecho, no te hagas cargo a totalidad de los horarios de tus hijos. Permíteles crear actividades, descubrir nuevas aficiones. Eso te permitirá tener también tiempo para descansar, para ocuparte de ti mismo e incluso invertir tiempo en tu relación de pareja. Con esto no decimos que no debas organizar actividades, claro que es importante hacerlo, pero no controlar todo el día y hacerte cargo de un horario detallado para cada hora del día.

 

3. Resolver los conflictos: Durante el distanciamiento físico habrá conflictos en casa, eso es inevitable. Es importante hacerte consciente de ello, ya que para la sana convivencia hay que resolver los conflictos a tiempo y no dejar que éstos se extiendan o conlleven a acumular molestias. Fomenta el respeto, es una buena oportunidad para aprender y enseñar a tratar los conflictos. Esto aplica a todos los miembros de la familia.

 

4. Respetar los espacios de cada uno: Cada miembro del hogar debe tener momentos de privacidad y actividades individuales para fomentar la independencia y la toma de decisiones personales. La convivencia continuada no es sinónimo de tener que hacer todo juntos. Si bien deben existir actividades en familia (ver una película en la sala, juegos de mesa, cocina colaborativa), esto no aplica todos los días a cada rato. El espacio personal es crucial en cuarentena.

 

5. Evitar tiempos excesivos de ocio: el ocio en su justa medida es bueno ya que relaja, disminuye los niveles de estrés y promueve la creatividad, sin embargo, el exceso de tiempos de ocio puede conllevar a aumentar la frecuencia de las discusiones. Una mente ocupada no tiene tiempo para discutir; es por esto que se recomienda realizar un mínimo de dos actividades productivas por día para mantener nuestra energía enfocada en prácticas significativas.

 

6. Cargas compartidas: La sobrecarga de tareas del hogar para solo uno o dos miembros de la familia no es justa. La cuarentena de por sí ya es lo suficientemente complicada como para dejar toda la responsabilidad del hogar a una sola persona. Es por esto que debemos unirnos como familia y repartir las tareas de manera equitativa. De esta forma no solo se está ayudando a aligerar la carga, sino que también se fortalece el vínculo de convivencia entre todos los miembros del hogar.

 

7. Expresión de sentimientos: En este tiempo de cuarentena es lógico que las personas que conviven bajo nuestro mismo techo tengan diferentes opiniones, tomen decisiones que no sean de nuestro agrado o que hagan ciertas cosas que puedan molestarnos. Cuando esto ocurra, expresa tus sentimientos de una forma respetuosa y asertiva. Reprimir lo que queremos decir solo perjudica nuestra tranquilidad, y nos hace más propensos a tener explosiones de ira más adelante. Exprésate, pero siempre con el objetivo de mejorar la situación en el hogar, no de pelear o “tener la razón”.

 

8. Comprensión: Recordemos que, ante una emergencia mundial tal como lo es una pandemia, todos tenemos diferentes formas de reaccionar y poseemos distintos métodos de afrontamiento a la adversidad. Es por esta razón que no debemos imponer nuestra posición a los demás, especialmente a aquellos que están viviendo con nosotros. Si alguien desea llorar, déjalo llorar. Si una persona desea pasar un tiempo privado en su habitación, entonces compréndelo y no lo obligues a salir de inmediato, dale tiempo. El entendimiento mutuo es esencial, y siempre y cuando nuestros métodos de afrontamiento y los de nuestros seres queridos no sean perjudiciales debemos permitir que cada quien se exprese a su manera, recordando siempre las normas de convivencia y que esa expresión no dañe a terceros o a sí mismo.

 

Como ves, puedes ahora hacer frente al problema de convivencia desde dos perspectivas: desde el área espiritual buscando llevar mucho fruto y aprovechar este tiempo de prueba y fuego para que Dios queme en tu corazón lo que debe ser eliminado y saque a relucir el carácter de Cristo que debe estar en todo creyente, y además, 8 estrategias prácticas que pueden ayudarte a tener una convivencia más llevadera en tu hogar. Recuerda que sin Cristo nada somos, y que lejos de Él nuestro corazón se seca, busca siempre estar cerca y tú lo notarás en tu vida y, por consiguiente, los que te rodean también lo notarán.

 

Finalmente, y como último consejo, es natural que veamos en los otros miembros de la familia sus defectos y lo que le falta por crecer en madurez espiritual, eso es lo más fácil, cualquier persona puede hacerlo, no hay grandeza en ello, sin embargo, sólo un corazón humilde puede reconocer “que me falta a mí por crecer”, “como puedo aportar yo a la convivencia familiar”. Eso es algo sobrenatural y es definitivamente mucho más saludable. Si todos los miembros de la familia fueran más autocríticos (en el buen sentido, es decir sin ser autodestructivos) en sus actitudes y aportes, en vez de ser críticos de los demás, la convivencia sería mucho mejor. Puedes empezar tu dando el ejemplo, de decir lo que te molesta, pero también considerando las actitudes tuyas que pueden irritar a otros y tener humildad para reconocer y modificar estas conductas.

 

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Psicóloga Gianina Schiavi Canessa

Iglesia Cuadrangular Hualpén, VIII Región del Bío-Bío, Chile.

Estudiante Bachillerato en Teología del Instituto Bíblico Nacional.

 

LA REGLA DE ORO PARA VIVIR EN PAREJA

LA REGLA DE ORO PARA VIVIR EN PAREJA

Cuando la Preocupación y el Afán interfiere en tu Matrimonio

Este artículo ha sido gentileza de los Pastores Cinalli, ministros de Dios dedicados a la obra de la restauración sexual y que contribuyen a la formación de matrimonios más sólidos y familias más sanas. Visite su página web “Placeres Perfectos” en (www.placeresperfectos.org).

 


 

“… Por eso les digo que no se preocupen por la vida diaria, si tendrán suficiente alimento para comer o suficiente ropa para vestirse. Pues la vida es más que la comida, y el cuerpo es más que la ropa. Miren los cuervos. No plantan ni cosechan ni guardan comida en graneros, porque Dios los alimenta. ¡Y ustedes son para él mucho más valiosos que cualquier pájaro! ¿Acaso con todas sus preocupaciones pueden añadir un solo momento a su vida? Y, si por mucho preocuparse no se logra algo tan pequeño como eso, ¿de qué sirve preocuparse por cosas más grandes? Miren cómo crecen los lirios. No trabajan ni cosen su ropa; sin embargo, ni Salomón con toda su gloria se vistió tan hermoso como ellos. Y, si Dios cuida de manera tan maravillosa a las flores que hoy están y mañana se echan al fuego, tengan por seguro que cuidará de ustedes. ¿Por qué tienen tan poca fe? No se inquieten por lo que van a comer o lo que van a beber. No se preocupen por esas cosas. Esas cosas dominan el pensamiento de los incrédulos en todo el mundo, pero su Padre ya conoce sus necesidades. Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás, y él les dará todo lo que necesiten. Así que no se preocupe, pequeño rebaño. Pues al Padre le da mucha felicidad entregarles el reino”, Lucas 12:22-32 (NTV).

¿Observaste las frases remarcadas? Son siete. Siete son las veces que Jesús, en un pasaje tan corto, nos alienta a no preocuparnos. Alguien dijo que la preocupación es fe en el diablo. ¿Qué piensas?

El consejo bíblico es no preocuparnos porque la promesa es que Dios nos sustentará: “No se preocupen por esas cosas… él les dará todo lo que necesiten”, Lucas 12:29-31 (NTV).

 

Tanto Silvia como yo (escribe José Luis) hemos experimentado la fidelidad de Dios desde que nos casamos. Por aquel entonces yo trabajaba como obrero en una empresa llamada Celulosa. Estudiábamos en la Universidad. Solamente de ómnibus gastábamos un tercio de nuestro salario. El escaso sueldo debía alcanzarnos para pagar el alquiler de la casa, los gastos de alimentación, ropa, calzado y los estudios de ambos.

 

Humanamente era imposible. Pero nuestra necesidad fue la oportunidad para experimentar los milagros de Dios. Él suplió de maneras asombrosas, inexplicables y sobrenaturales. Valga un ejemplo, en el patio de nuestra casa alquilada creció una planta de tomates que nadie había plantado. El tomate es 95% agua, por lo cual, si no se lo riega todos los días, muere. Debido a nuestras ocupaciones, ¡jamás regamos esa plantita! Y durante todo un verano nos dio tomates. Sin exagerar, todos los días nos proveía generosamente para nuestras necesidades. Los tomates crecían sobre el piso de cemento (algo increíble) porque la planta no tenía tutor y estaba desparramada en el patio. ¡Un tomate llegó a pesar 450 gramos! Nunca estaban picados por insectos o demasiado maduros; además, eran súper sabrosos.

 

Seis días por semana debía recorrer varios kilómetros en bicicleta para llegar al trabajo. Tan vieja era esa bicicleta que mis amigos bromeaban diciendo que la devolviera al museo. Las cubiertas estaban tan gastadas que se veía ‘el aire’ dentro de ellas. Gran parte del trayecto era tierra, escombros y piedras. Sin embargo, jamás se pinchó. Nunca tuve que gastar para arreglarla. Ha sido un milagro que esa bicicleta me llevara por tanto tiempo al trabajo.

 

Nuestra heladera siempre estaba vacía. Después de algunos años todavía conservaba el olor a nueva, ¡y claro, por la falta de uso! Sin embargo, jamás llegó la hora del almuerzo y pasamos hambre. Como en la casa de la viuda de Sarepta, alguna provisión aparecía.

 

A veces eran solo tomates. Aprendimos a hacer muchas comidas con ese solo fruto. Pero Dios es nuestro testigo, nunca discutimos por dinero, ni cómo gastarlo (aunque no había muchas opciones) ni qué comprar.

 

Por favor, presta atención a lo siguiente: la falta de dinero en algún momento de la vida puede ser ‘provisión de Dios’. ¿Cómo es eso? Dios quiere que confiemos y dependamos de Él. A Él le interesa nuestra amistad e intimidad más que nuestra billetera. Dios tiene sus formas para atraer nuestra atención. ¿Recuerdas a Elías? Dios lo llevó a un arroyo y lo alimentó sobrenaturalmente trayéndole desayuno, almuerzo y cena. Pero un día el arroyo se secó. Posiblemente Elías se había acostumbrado a la provisión y, probablemente llegó a confiar más en el arroyo que en Dios.

 

La provisión siempre vendrá de Dios. A veces en forma sobrenatural como el maná que caía en el desierto; la carne que los cuervos le traían a Elías o la moneda que Pedro encontró en un pez para pagar los impuestos. Otras veces la provisión vendrá de una mano amiga, un familiar, un premio inesperado, etc.

 

Los israelitas degustaron el maná que caía del cielo durante cuarenta años. Luego comieron del fruto de su trabajo en la tierra prometida. ¿Era el maná la provisión de Dios y el trabajo en la tierra prometida no lo era? ¡Claro que no! Ambas formas de alimentación provenían de Dios, porque las dos fueron practicadas en obediencia, en diferentes etapas del viaje de la vida.

 

Elías fue sostenido sobrenaturalmente por un tiempo, después Dios le dijo que acudiera a una viuda muy necesitada y le pidiera directamente. Dios no actúa siempre de la misma manera. Él es creativo y ama la variedad. Dios proveyó para las necesidades de Pablo mediante el trabajo ‘secular’ de hacer tiendas, 1ª Tesalonicenses 2:9. En otras oportunidades vivió de ofrendas y dejó que personas adineradas como Lidia lo alimentaran. El mismo Jesús trabajó muchos años para suplir sus necesidades y, cuando comenzó su ministerio público, algunas mujeres con gran poder económico sostuvieron su ministerio, Lucas 8:3. Jesús confiaba en que su Padre supliría todo de forma soberana, pero también hizo peticiones directas. Cuando necesitó un medio de transporte para su entrada triunfal en Jerusalén, envió a sus discípulos a pedir prestado un asno. “Ciertamente, el único elemento común en los relatos bíblicos de provisión fue la obediencia a la voluntad de Dios. La clave para vivir con medios invisibles de apoyo es oír su voz y obedecer lo que Él pide hacer. Y cuídate de la trampa de esperar que Él te guíe siempre de la misma manera. Mantente flexible y abierto a su dirección. Pregunta al Señor qué pasos debes dar. A veces Él te puede indicar que informes a otros tus necesidades. Obedece. Otras veces puede mandarte guardar silencio y no dar a conocer tus necesidades a nadie sino a Él. O puede guiarte a hacer una inversión. Obedece. Puede también darte una oportunidad empresarial. Algo que produzcas y pueda beneficiarte económicamente. Pero tampoco descartes alternativas creativas, ni intentes que el Señor te provea de cierta manera que tú ya conoces.

 

Todos los milagros de provisión de Dios comienzan oyendo el consejo de María en las bodas de Caná: – Haced todo lo que Él os diga”.

 

¿Qué estás necesitando de Dios? ¿Cómo respondes frente a la situación? ¿Es tu crisis una oportunidad para crecer en la fe? Si como matrimonio están viviendo estrechez económica, pídanle a Dios la sabiduría para hacer lo correcto, tomar las decisiones más sabias y ajustar el presupuesto. Pero luego, una vez hechos los deberes, experimenten paz. Luchen en contra de la ansiedad. No discutan por dinero; al contrario, únanse en un solo propósito. Tomen decisiones juntos. Acérquense más. Apóyense, ocúpense pero no se preocupen. No sumen angustia a la crisis ni reproches al cónyuge. En vez de pelear entre ustedes peleen juntos frente a la situación adversa. Tal vez, como nosotros experimentamos de la vida matrimonial, la falta de dinero sea una bendición de Dios porque en ese camino se acercarán a Él, descubrirán sus tesoros, sus recursos, y lo que es mejor, su corazón.

 

Extraído del libro “Que tu matrimonio no se arrugue”- José Luis Cinalli

 

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Pastores Cinalli

Extraído de página web www.placeresperfectos.org

Artículo “La regla de oro para vivir en pareja”

 

INGREDIENTES ESENCIALES PARA UN BUEN MATRIMONIO

INGREDIENTES ESENCIALES PARA UN BUEN MATRIMONIO

7 Consejos Para Que Tengas Un Matrimonio Satisfactorio

Este artículo ha sido gentileza de los Pastores Cinalli, ministros de Dios dedicados a la obra de la restauración sexual y que contribuyen a la formación de matrimonios más sólidos y familias más sanas. Visite su página web “Placeres Perfectos” en (www.placeresperfectos.org).

 


El matrimonio ha sido diseñado por Dios para que funcione y perdure en el tiempo.

 

A continuación, algunos aspectos importantes:

 

  1. Sé amigo de tu cónyuge: Cantar de los Cantares presenta al matrimonio primero como amigos y luego como amantes. La verdadera intimidad fluye de un corazón abierto y totalmente entregado al objeto de su afecto. ¿Puedes confiar en tu cónyuge completamente? ¿Eres una persona confiable para tu pareja?

 

 

  1. Adopta una actitud de servicio: “La humildad no es pensar menos de uno mismo sino pensar menos en uno mismo”, Donald Franz. Hazle saber y demuéstrale a tu pareja que te interesas más por ella que por cualquier otra cosa o persona, con excepción de Dios. Genera una atmósfera donde tu familia se sienta segura. Suple las necesidades de tu pareja. Muéstrate atento/a. Recuerda que el matrimonio duradero se edifica sobre los cimientos del sacrificio y el servicio.

 

 

  1. Ama, aunque no lo sientas: Amar es una decisión, no un sentimiento. Es algo que se hace y no algo que se siente. La esencia del amor no son los sentimientos sino el compromiso. Insistimos, las emociones jamás sostendrán un matrimonio, el compromiso sí lo hace. Busca lo mejor, piensa lo mejor y haz lo mejor para beneficiar a la persona amada. “El amor florece plenamente en una atmósfera de elogios y admiración, pero se marchita y muere en la presencia del silencio perpetuo, la indiferencia y la crítica”, Jimmy Evans.

 

 

  1. No permanezcas enojado/a: El enojo es una fuerza destructiva implacable. No hay poder curativo contra el enojo. La Biblia dice: “No se ponga el sol sobre vuestro enojo”, Efesios 4:26. El enojo se nutre de la falta de perdón. “No puedo perdonar”, “no siento perdonar”, “nunca lo perdonaré”. ¿Por qué es tan difícil perdonar? Porque queremos que las otras personas sientan y sufran lo que nosotros sentimos y sufrimos por las heridas que nos causaron, que paguen de alguna manera el daño que nos hicieron. El problema es que la justicia al ofensor no libera al ofendido. Si fuera así, todas las personas dañadas cuyos agresores están en la cárcel deberían estar libres y no lo están. Siguen esclavos de sus sentimientos de venganza. La falta de perdón produce amargura, socava las emociones, debilita las energías físicas y carcome la alegría y el gozo. Una persona enojada es el mejor candidato a la escuela de la frustración. Por donde lo mires la falta de perdón es una pésima opción. ¿Estás enojado con tu cónyuge? ¿Hay alguna persona a la que no has perdonado aun cuando pasaron los años? Dios no perdona a quien no quiere perdonar. En otras palabras, el perdón retenido nos hace enemigos de Dios y de nosotros mismos. Renuncia a la venganza. El perdón es necesario para encontrar paz y libertad personal. Deja de hacerte daño. Sé libre. “El matrimonio puede sobrevivir muchas tensiones y presiones exteriores pero pocos matrimonios sobreviven a la muerte emocional que proviene de la falta de perdón”.

 

 

  1. Huye de la tentación: La vía de escape para vencer la tentación sexual no es la oración ni el ayuno, ni siquiera la guerra espiritual. Donald Franz, en su libro En pocas palabras, nos recuerda la historia de dos grandes. Uno de ellos fue Sansón, y el otro, José. Ambos fueron puestos a prueba con la misma tentación, pero con diferentes decisiones y resultados. Ambos fueron a la cárcel, pero José salió de la prisión para dirigirse al Palacio; en cambio, Sansón salió de la prisión para ir al panteón. Conoces la razón: el verdadero éxito no consiste en conquistar a otros sino en conquistarse a uno mismo. La victoria privada precede a la victoria pública.

 

 

  1. Suple las necesidades íntimas de tu cónyuge: Por regla general, la mujer entiende amor con la palabra tiempo, caricias, regalos y gestos tiernos; en cambio, el hombre, sustituye la palabra amor con el vocablo sexo. Varón, enciende la pasión en tu esposa pasando tiempo de calidad con ella, sé respetuoso y atento, valora su vida y sus acciones. Mujer, mantén la llama de la pasión con tu entrega completa en cuerpo y alma. No manipules con sexo, no disfraces con puritanismo, religión o falsa moralidad tu desinterés sexual. Trabaja en tu intimidad, erotiza tu matrimonio. Solo tú puedes hacerlo.

 

 

  1. Nunca mientas: Pocas cosas duelen más que una mentira. ¿Has experimentado el dolor que produce una mentira proveniente de un ser querido? Qué desilusión saber que nos han engañado. Algunas personas después de haber experimentado las consecuencias de una mentira se han vueltas resentidas, gruñonas, amargadas, esquivas y distantes. Puedes edificar tu vida sobre la verdad o dañar con la mentira, solo recuerda que la confianza lleva una vida para que se construya y un instante para que se destruya.

 

 

 Desafío matrimonial

 

Elegirás una de las recomendaciones antes mencionadas para trabajar de modo personal. No la revelarás a tu pareja, sino que mostrarás con tu comportamiento la mejora que intentas hacer.

 

 ¿Permitirías que tu cónyuge te diga qué le gustaría que mejores? A continuación, tú harás lo propio con él o ella. Recuerda: usa de mucha ternura. Tu forma de hablar puede acercarte o alejarte. Más vale hablar despacio y por etapas que dar toda la información de una y acarrearse otro problema. La idea de esta última tarea se relaciona con permitir que sea “el otro” el que nos devuelva una imagen de nosotros mismos. Generalmente “los otros” ven cosas que nosotros no tenemos en cuenta.

 

Extraído del libro “Casados y felices” de Ramon Osorio

 

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Pastores Cinalli

Extraído de página web www.placeresperfectos.org

Artículo “Ingredientes Esenciales”

 

 

EL PODER DEL ACUERDO

EL PODER DEL ACUERDO

La Importancia de la Unidad en el matrimonio

Este artículo ha sido gentileza de los Pastores Cinalli, ministros de Dios dedicados a la obra de la restauración sexual y que contribuyen a la formación de matrimonios más sólidos y familias más sanas. Visite su página web “Placeres Perfectos” en (www.placeresperfectos.org).

 


 

“Además les digo que si dos de ustedes en la tierra se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan, les será concedida por mi Padre que está en el cielo. Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”, Mateo 18:19-20 (NVI).

 

El acuerdo atrae la presencia de Dios y garantiza la respuesta a nuestras oraciones.

 

El Dr. Marcelino Sojo introdujo el término “el poder del uno”, dando a entender que los esposos deben vivir en un acuerdo permanente. Génesis 2:24 dice: “Los dos serán una sola carne”La falta de acuerdo abre la puerta a la desgracia.

 

El poder de la bendición sobre el primer matrimonio se activó cuando Adán y Eva estuvieron juntos, no antes: “Y los bendijo Dios y les dijo…”, Génesis 1:28.1

 

Piensa en los cuatrocientos años de dolor, sufrimiento y opresión que vivió Israel en Egipto. ¿Cuándo fueron libres? Cuando el pueblo se reunió por familias alrededor del cordero pascual; allí se rompió la opresión faraónica. Lo que no ocurrió en cuatro siglos, ocurrió en un solo día. El altar familiar es el único antídoto contra el poder de las tinieblas.

 

Israel, para la celebración de la pascua se reunió por familias alrededor del cordero. Nosotros nos reunimos en torno a Jesucristo: “…Nuestro cordero de la Pascua es Cristo, que fue sacrificado en la cruz”, 1ª Corintios 5:7 (TLA).

 

Muchas cosas sorprendentes ocurrieron el día en que el pueblo de Israel se reunió alrededor del cordero; una de ellas es la liberación de la opresión; la otra, la prosperidad económica. El faraón los tenía bajo la pobreza más absoluta batiendo barro y cociendo ladrillos. Pero cuando se reunieron alrededor del cordero, la prosperidad se activó. Oro, plata, ganado, vestidos de lujo, ovejas y todo tipo de riquezas llegaron a manos del pueblo de Israel.

 

Ha llegado la hora de romper con el yugo de la opresión y la miseria de las tinieblas. No fueron la queja, la súplica, las plagas, los piojos, las ranas, ni absolutamente ninguna señal externa ni sobrenatural lo que desestabilizó al imperio faraónico, solamente la presencia del cordero en medio de una familia unida.

 

 La presencia de nuestro Redentor aleja el mal, la maldición y al propio enemigo. El acuerdo en los hogares garantiza que no entre a tu casa la miseria, el adulterio, la ruina o cualquier forma de destrucción. Cuando vives en el poder del acuerdo y las oraciones en el matrimonio son sentidas y fervorosas, definitivamente el diablo y todos sus demonios no podrán entrar porque el Vencedor está en tu casa.

 

La unidad activa el poder de la bendición sobrenatural. Esa es la razón principal por la que Pablo enfatiza: “Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz”, Efesios 4:3

 

Hay matrimonios que viven en la misma casa, pero totalmente separados; mundos diferentes bajo un mismo techo. Hoy se alega que el divorcio es positivo porque si se terminó el amor, la relación carece de sentido. Dejar librado a los sentimientos pasajeros de las estaciones del corazón el futuro de un matrimonio es una verdadera necedad.

 

El desafío del matrimonio es hacer de dos personas diferentes y con identidades únicas una unidad real que permita el crecimiento exponencial.

 

Hemos enseñado por años la importancia de las “mini lunas de miel”, de los pequeños gestos de ternura y las demostraciones de genuino interés, pero nunca valoramos las ventajas de la unidad en todo emprendimiento familiar. Probablemente este aspecto del matrimonio constituya el desafío más importante en este tiempo y la clave para incontables bendiciones.

 

 ¿Por qué vivir en la mediocridad si podemos vivir en plenitud? ¿Por qué permitir que las bendiciones se escapen por la puerta de atrás? ¿Por qué boicotear el propio futuro? El Antiguo Testamento nos informa que el arca de Dios estuvo 20 años en casa de Abinadab (1º Samuel 7) sin que se manifestaran cambios, pero tres meses en la casa de un hombre que honró la presencia del Señor como Obed – edom (2º Samuel 6:11) y las bendiciones fueron extraordinarias. La presencia de Dios otorga seguridad, estabilidad, felicidad y eternidad. ¿De cuántas desgracias podríamos salvarnos si tuviéramos en cuenta este principio? ¿Cuánto dolor, sufrimiento y llanto evitaríamos si nos moviéramos bajo el principio de la unidad y el acuerdo en nuestros hogares?

 

 Si permites que la presencia de Dios fluya en tu hogar todo el día y todos los días, tu familia no será tocada por el mal y, aunque atravieses dificultades, éstas retrocederán. Tus hijos serán protegidos y tu futuro prosperado. Redobla tus esfuerzos para mantener una misma visión, un mismo lenguaje, un mismo sentir y una misma adoración. Renuncia a la maldición de la división y el desacuerdo. Proclama que, de ahora en adelante, todos los que componen tu hogar vivirán bajo el principio de la unidad. Muévete en el poder del acuerdo matrimonial y familiar y darás lugar a hechos sorprendentes y sobrenaturales de Dios. Recuerda que el éxito más importante comienza en tu propio hogar.

 

Extraído del libro “Casados y felices” – Ramon Osorio

 

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Pastores Cinalli

Extraído de página web www.placeresperfectos.org

Artículo “El poder del acuerdo”

 

EL MATRIMONIO FELIZ DA TRABAJO

EL MATRIMONIO FELIZ DA TRABAJO

3 Consejos para Prevenir un Fracaso Matrimonial y Tener un “Felices para Siempre”

Este artículo ha sido gentileza de los Pastores Cinalli, ministros de Dios dedicados a la obra de la restauración sexual y que contribuyen a la formación de matrimonios más sólidos y familias más sanas. Visite su página web “Placeres Perfectos” en (www.placeresperfectos.org).

 


 

Una encuesta reveló que más de la mitad de las parejas que se casan terminan divorciadas. Pareciera que el “amor” o la promesa hecha en el altar de vivir juntos para siempre no fuera suficiente para mantenerlos unidos. ¿Qué está pasando? ¿Por qué fracasan tantos matrimonios?

 

Existen muchísimos motivos que podrían alegarse como causales de una ruptura; sin embargo, creemos que la mayoría de las separaciones obedecen a la falta de conocimiento. Hombres y mujeres se embarcan en una aventura llamada matrimonio sin conocerse lo suficiente y sin haber adquirido las habilidades necesarias para resolver los conflictos que, sin lugar a dudas, surgirán en la convivencia.

 

Los matrimonios felices dan trabajo. No son una mera casualidad. No se desarrollan espontáneamente. Requieren esfuerzo, compromiso y ardua labor. Si no trabajas en tu matrimonio, éste se irá a pique. Queremos ayudarte a evitar los errores que podrían comprometer tu relación matrimonial.

 

He aquí algunos consejos que debes tener en cuenta si quieres vivir felizmente casado:

 

  1. Asegúrate de cultivar el verdadero amor.

 

¿Cómo te das cuenta si vas por el camino correcto?

Pregúntate: ¿Extraño a mi cónyuge? ¿Pienso en mi pareja cuando no estoy con ella? Al ponerme de novio con Silvita no dejaba de pensar en ella (escribe José Luis). Me levantaba cada mañana con ese único pensamiento. Ella era el centro de mi atención. Estaba profundamente enamorado. De camino a la fábrica o a la facultad, en mis horas de estudios o simplemente en los momentos de descanso no podía quitarla de mi mente ni quería hacerlo. Y, lo más grandioso es que hasta hoy sigue siendo así.

 

Pregúntate: ¿Deseo pasar tiempo con mi pareja? Uno quiere pasar tiempo con la persona que ama porque el amor atrae, mientras que el odio separa. Debido al trabajo y al estudio solo nos podíamos ver dos veces a la semana: el miércoles a la tarde, a la salida de la facultad y el domingo en el templo. ¡Imagínate! Esperaba ansioso que llegaran esos días. Aunque se decretara feriado nacional o el mundo se detuviera, yo estaba a la hora de mi cita.

 

Pregúntate: ¿Quiero agradarla? Servir a la persona que amas es un placer. Yo quería hacer que Silvita se sintiera una reina. La cortejaba, trataba de cumplir sus deseos y hacer realidad sus sueños. Rosas amarillas, bombones de frutas y cuántas otras cosas me pidiera no eran para mí sacrificio, tampoco una obligación, sencillamente, un placer.

 

  1. Desaprende las cosas malas y aprende las cosas buenas.

 

En términos económicos, la mayoría de las parejas comienzan la aventura del matrimonio con poco. Sin embargo, cada uno de ellos trae una enorme mochila de cosas no materiales. Cosas buenas y cosas malas. El contenido de ese equipaje se deja ver en breve, apenas la convivencia comienza. La forma en la que los criaron, las viejas experiencias, miedos, traumas, inseguridades, expectativas que cada uno proyecta sobre la pareja y muchas otras cosas pueden condicionar la actual relación. “Por eso, quien todavía se está preparando para casarse debe actuar como un guardia de seguridad de aeropuerto. “¡Abra la maleta, quiero ver lo que lleva dentro!”. Hemos escuchado a muchos enamorados decir: “Tu pasado no me interesa, yo solo quiero saber de nosotros de aquí en adelante”. Por supuesto que suena muy romántico, pero esa actitud no impedirá que ambos introduzcan el pasado en la relación presente. Tu pasado forma parte de tu vida, es imposible librarse de él. Pero sí es posible aprender a lidiar con él, sea lo que sea”, Renato y Cristiane Cardoso.

 

Por todo lo dicho, si traes en tu mochila cosas que atentan contra tu relación actual, ¡desprográmate! Identifica los malos hábitos y elimínalos de tu comportamiento. Desarrolla un nuevo patrón de conducta que honre tu relación presente. Eso puede ser muy doloroso, difícil y trabajoso pero es imprescindible para la felicidad de tu relación matrimonial.

 

  1. Aprende a resolver los conflictos.

 

La persona que dice que en su matrimonio nunca existió un desacuerdo, miente.

 

Los conflictos son inevitables. Toda relación tiene tiempos difíciles. Una de las lecciones más importantes es aprender a solucionar los problemas y canalizar las diferencias de manera positiva. Para ello no eludas, ignores o pospongas la resolución de tus problemas. Un gran error que cometen los matrimonios es creer que aplazar la discusión resolverá el problema. Los matrimonios de éxito no huyen de los problemas, los enfrentan. El mejor tiempo para resolver los conflictos es inmediatamente.

 

Cada conflicto es una oportunidad para crecer y madurar. Los esposos deben adquirir las habilidades para manejar las desavenencias con pericia y sabiduría. De todos los consejos que podríamos darte para resolver tus desacuerdos de manera positiva, solamente uno es de vital importancia: confronta el problema y no a tu cónyuge. Resolver problemas no es resolver personas. El matrimonio no es un reformatorio. Las personas no cambian a menos que ellas mismas lo quieran. Cuando discutas no trates de cambiar “al otro” sino de resolver el conflicto. No señales las fallas de tu pareja. No descalifiques ni insultes. A nadie le gusta eso. Por otra parte, ya tienes suficientes conflictos externos que atentan contra tu matrimonio como para agregarle otro interno. No es de sabios proceder de ese modo. No necesitan ser enemigos el uno del otro. Los enemigos son los problemas que los dos están enfrentando.

 

¿Has hecho comentarios irónicos o sarcásticos hacia tu pareja? ¿Tienes la costumbre de “hacer ajustes de cuentas” recordando las cosas negativas del pasado?

 

¿Cómo manejas los conflictos en tu matrimonio? ¿Te da resultado? ¿Qué áreas son la fuente de los más grandes desacuerdos? ¿Es la forma de administrar el dinero? ¿Será acaso la disciplina con tus hijos? ¿La sexualidad? ¿Los parientes políticos?

 

¡Muchos matrimonios serían mejores si el marido y la mujer comprendieran que ambos están del mismo lado!

 

Extraído del libro “Que tu matrimonio no se arrugue”- José Luis Cinalli

 

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Pastores Cinalli

Extraído de página web www.placeresperfectos.org

Artículo “El matrimonio feliz da trabajo”

 

 

 

EL MATRIMONIO BLANCO

EL MATRIMONIO BLANCO

Cuando la Intimidad Sexual es un Problema.

Este artículo ha sido gentileza de los Pastores Cinalli, ministros de Dios dedicados a la obra de la restauración sexual y que contribuyen a la formación de matrimonios más sólidos y familias más sanas. Visite su página web “Placeres Perfectos” en (www.placeresperfectos.org).

 


 

No todas las parejas tendrán relaciones sexuales desde la primera vez que lo intenten. Es un hecho ignorado en las películas, novelas televisivas y libros románticos. Muchísimas personas se asombran frente a esta realidad y, por ello, en caso de padecerla, la ocultan.

 

Dado el impacto de los medios masivos de comunicación sobre nuestro conocimiento de todas las cosas, tendemos a pensar que aquello que vemos es lo único que existe. En ese contexto, si alguien no logra tener intimidad sexual sería una “rareza de la naturaleza” o algo peor. Entonces, por vergüenza, calla la situación fingiendo que todo funciona bien.

 

Con frecuencia hemos preguntado a los asistentes a nuestros seminarios acerca de lo que ellos creen que significa matrimonio blanco. Para nuestra sorpresa, más del 90% responde que se trata de ‘una pareja pura’, ‘de un matrimonio en santidad’ o algo parecido. Sin embargo, matrimonio blanco es aquel que no se ha consumado, es decir, aquel en el que los esposos no han tenido ni una sola relación sexual con penetración desde que se casaron. Para considerar a una pareja como matrimonio blanco o no consumado se estima arbitrariamente un tiempo de tres a cuatro meses desde la fecha del casamiento sin que logren intimidad coital.

 

 ¿Cuál es la causa de un matrimonio blanco?

 

Las causas pueden ser generales o locales. A veces puede ser una sola, en otros casos puede ser la conjunción de varias. Entre las generales podemos citar: una crianza negativa en cuanto a lo sexual, antecedente de abuso, temor al embarazo, desinformación, miedo a desgarrarse o ‘romperse’ a consecuencia de la penetración, antecedente de escuchar o ver a adultos manteniendo sexo y asociar esa experiencia al dolor y, la más frecuente de todas, el vaginismo.

 

¿Qué es el vaginismo?

 

Se denomina así a la contracción involuntaria de los músculos que rodean la vagina, tan intensa que impide la penetración del pene, lo cual imposibilita el coito. Generalmente se observa en mujeres jóvenes, al inicio de su vida sexual, con actitudes negativas hacia el sexo o con historia de abusos o trauma. Característicamente conservan el deseo y el placer sexual, pero la penetración resulta imposible. Aunque deseen con todas sus fuerzas estar con su pareja, no pueden por una respuesta corporal contraria. Es un fenómeno involuntario. No debe forzarse a una relación pensando que es un capricho o un indicador de rechazo.

 

¿Qué hacer para evitar un matrimonio blanco?

 

La forma más segura para prevenir un matrimonio blanco es por medio de la educación sexual conforme a la Palabra de Dios, lo cual incluye trabajar sobre la información con que cuenta cada contrayente y las actitudes que poseen en relación al tema. La Biblia muestra la intimidad sexual marital como una bendición de Dios y un regalo del Creador. Capítulos enteros y aun libros canónicos exaltan el amor conyugal. Ignorar o subestimar lo que dice la Biblia nos priva de una gran bendición.

 

No entender la responsabilidad que nos cabe en cuanto a la formación en materia sexual es un hecho trágico porque muchos de los problemas conyugales nacen ‘en la cama’ y trascienden a otras áreas.

 

Errores evitables

 

Efectuar un corte de los músculos perivaginales no resuelve el problema, pero agrega otro: una vagina amplia, con sensibilidad alterada y sin respuesta muscular. En los matrimonios no consumados, la solución no es, ni será, el corte de los músculos de la entrada vaginal.

 

¿Tiene solución un matrimonio blanco o no consumado?

 

La respuesta es un absoluto sí, pero deben buscar ayuda especializada (en algunos casos hemos constatado que la lectura del libro Secretos del Dormitorio ha sido suficiente para comenzar el proceso de desensibilización con la consiguiente resolución de la disfunción sexual).

 

Si en un corto período de tiempo (un mes aproximadamente) no logran superar el problema con las técnicas recomendadas en el libro antes citado, deben acudir a un sexólogo/a.

 

Muchas parejas creen que el tiempo resolverá el problema, pero eso no es verdad. En el 63% de los casos la consulta se realiza entre los tres y seis años de comenzado el vínculo, generalmente cuando desean tener un hijo. En EE.UU. se estima que el 5% de los problemas de infertilidad tiene, como causa, un matrimonio no consumado.

 

¿Qué significa vaginismo secundario?

 

Es la contracción involuntaria que puede presentar una mujer luego de haber tenido intimidad sexual con penetración. Puede presentarse como consecuencia de un trauma (antecedente de violación, infecciones en la zona genital, trauma por el parto, secuela de una cirugía, etc.), infidelidad conyugal, rencores por problemas no superados en el seno de la pareja, etc.

 

Se impone el mismo tratamiento que en el caso de vaginismo primario. La única diferencia es que, en el caso del vaginismo secundario, tiene que resolverse la situación de base para luego proceder a la terapia propia del vaginismo.

 

Por último, queremos decirte que si estás pasando por este problema, si te has identificado con todo lo expuesto anteriormente, no dudes en escribirnos info@placeresperfectos.com.ar para pedir ayuda. Dios anhela que puedas vencer todo obstáculo y vivas una sexualidad plena en el vínculo del amor conyugal.

 

Extraído del libro “Consejos íntimos” – José Luis Cinalli y Silvia Cinalli

 

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Pastores Cinalli

Extraído de página web www.placeresperfectos.org

Artículo “El matrimonio blanco”

 

 

EL CONDIMENTO DEL AMOR

EL CONDIMENTO DEL AMOR

Consejos Para Tener Un Matrimonio Satisfactorio

Este artículo ha sido gentileza de los Pastores Cinalli, ministros de Dios dedicados a la obra de la restauración sexual y que contribuyen a la formación de matrimonios más sólidos y familias más sanas. Visite su página web “Placeres Perfectos” en (www.placeresperfectos.org).

 


 

Casarse con la idea de ser feliz y casarse esperando que el cónyuge ‘me haga feliz’, son dos cosas diametralmente opuestas.

 

La felicidad depende solamente de ti y de nadie más.

 

Tu cónyuge podrá contribuir a tu bienestar, pero esperar que él supla todas tus necesidades y te haga feliz, es meramente una ilusión.

 

No tengas expectativas irrealistas. Esperar que tu esposo lleve las medias sucias al lavadero, lave los platos después del desayuno y responda románticamente a todas tus necesidades emocionales; por su parte, esperar que tu esposa satisfaga todas tus fantasías eróticas, responda afirmativamente a tus insinuaciones sexuales y sea madre y esposa a la vez es, sencillamente, prepararse para vivir desilusionado.

 

En lugar de exigir y esperar que tu pareja responda a tus necesidades, toma tú la iniciativa para satisfacer las necesidades de ella.

 

Deja que el amor vuelva tu atención hacia tu cónyuge. ¡Inténtalo! Te sorprenderás de los resultados positivos que obtendrás, no solo porque dar es mejor que recibir, sino porque tu pareja responderá animosamente a tus actos de servicio. Y cuando esto suceda, estarán más cerca uno del otro como nunca antes lo estuvieron. ¿Por qué? Porque la calidad de la relación depende de cuánto se suplen las necesidades de ambas partes.

 

No hagas responsable a tu pareja de tus frustraciones. Hazle saber que vives bien a su lado. No la critiques. Aliéntala. No desapruebes sus acciones o intenciones. Bríndale aceptación y sé su mayor apoyo.

No esperes que tu esposo/a sea como tú. No proyectes tus exigencias en el desempeño de tu pareja. “¿Acaso no quieres que la vida de casado sea un lugar en el que puedas disfrutar al expresarte con libertad y crecer dentro de un ámbito seguro en el que recibas aliento aun cuando fracases? Tu pareja también lo desea, y el amor te da ese privilegio”, Lawrence Kimbrough.

 

Ustedes son seres únicos, con personalidad única y, en el matrimonio, se pueden acercar hasta hacerse uno solo en alma y espíritu, pero sin perder la individualidad.

 

Celebra las diferencias. “Dios sabía que iba a haber un lugar en su plan para los introvertidos y los extrovertidos, para los que piensan y para los que sienten, para aquellos que planean las cosas y para aquellos que son espontáneos. Él hizo que algunas personas fueran soñadoras y, otras, se contentaran con las cosas como están. ‘Diferente’, no significa automáticamente ‘equivocado’”, Mich Temple.

 

Concéntrate en las fortalezas. Es más fácil ver la paja en el ojo de nuestro cónyuge que ver el palo en el nuestro. Aumenta tu habilidad para valorar los aspectos positivos de tu pareja. Adquiere el hábito de admirar los atributos de tu esposo/a y pasa por alto sus debilidades (siempre y cuando no sean fallas morales o de carácter que hieran la relación).

 

Afirma a tu cónyuge. Las parejas que hacen de la afirmación un hábito de vida tienden a incrementar el sentido de valía personal logrando a la postre el cumplimiento de las metas. “La afirmación se convierte en un proceso para animar al cónyuge, lo que provoca que éste utilice todos sus recursos para lograr el más alto nivel de productividad y creatividad”, Fim Conway.

 

“Afinidad, aceptación, autenticidad y asistencia, son todos ingredientes importantes en la receta de las relaciones ricas; pero la afirmación, bueno, permíteme decirlo así: ese es el condimento. No querrás prescindir de eso”, Lee Ostrobel.

 

Desafío matrimonial

 

“Amar es encontrar en la felicidad del otro tu propia felicidad”, Gottfried Wilhelm.

 

  • Piensa en la necesidad más grande de tu pareja. Demuestra tu amor diciendo “sí” a esa necesidad, sin que te lo pida.

 

  • ¿Sabes qué libro le gustaría leer a tu cónyuge? Adquiérelo y léele un capítulo cada noche o mientras toma un baño y se relaja en la bañera.

 

  • Levántate más temprano y prepara un desayuno atípico o cocina una comida internacional para tu pareja.

 

  • ¿Qué debilidades podrías pasar por alto sin que afecte la relación?

 

  • Ten una charla de corazón a corazón y, en un momento, pregúntale sinceramente: “¿en qué puedo ayudarte?”.

 

  • Ora a Dios pidiendo un espíritu de celebración. Podrías inspirarte en las palabras de Proverbios 5:15 y 19:14. “Gracias Señor porque entiendo que mi cónyuge es tu especial regalo para mi vida. Celebro y me alegro en tus bendiciones que llegan por medio de mi pareja”.

 

  • Finalmente, ¿cuándo fue la última vez que le dijiste a tu cónyuge lo importante que era para ti? Jamás des por sentado que sabe cuánto la amas. Todos y cada uno de nosotros necesitamos que nos lo digan de vez en cuando. Así que díselo.

 

 

Extraído del libro “Casados y Felices” – Ramón Osorio

 

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Pastores Cinalli

Extraído de página web www.placeresperfectos.org

Artículo “El Condimento del Amor”

 

AMOR EN TIEMPOS DE INTERNET

AMOR EN TIEMPOS DE INTERNET

Cuando el Internet Resulta Peligroso para la Paz del Matrimonio.

Este artículo ha sido gentileza de los Pastores Cinalli, ministros de Dios dedicados a la obra de la restauración sexual y que contribuyen a la formación de matrimonios más sólidos y familias más sanas. Visite su página web “Placeres Perfectos” en (www.placeresperfectos.org).

 

 

Muchas personas que flirtean en Internet no sienten que están siendo infieles a sus parejas. Sus parejas, en cambio, piensan todo lo contrario.

 

¿Qué es la infidelidad? ¿Basta con pensar en otra persona, con desearla? ¿Es peor enamorarse de alguien o acostarse? La traición, ¿comienza en la mentira o en el contacto físico con otra persona?

 

Jesús dejó bien en claro que en el adulterio no es necesario involucrar los genitales. “Pero ahora yo les aseguro que si un hombre mira a otra mujer con el deseo de tener relaciones sexuales con ella, ya fue infiel en su corazón”, Mateo 5:28 (TLA). Los ‘encuentros cercanos’ (abrazos, besos y caricias), las conversaciones íntimas, tomar un trago solos y a extrañas horas, las llamadas telefónicas inoportunas o demasiado tiempo compartido en Internet con una persona diferente al cónyuge constituyen una traición. No se ha llegado necesariamente al coito, pero existe un lazo emocional que pone en peligro el vínculo marital.

 

Igualmente constituiría infidelidad el hecho de que alguien esté físicamente con su cónyuge, pero excitándose con los recuerdos de otras personas. El consumo de pornografía alienta este tipo de comportamiento. La pornografía genera deseos sexuales que llevan al cónyuge a tener sexo con su pareja pensando en sus fantasías. No está ‘presente’ durante la relación sino que se excita con actividades sexuales que ha visto, ha soñado o ha vivido en el pasado. Sus fantasías son más agradables que sus experiencias en la recámara matrimonial.

 

El concepto bíblico de la fidelidad se puede sintetizar de la siguiente manera: “Para siempre, en cuerpo y alma, sin malos pensamientos ni deseos por otras personas”.

 

Muchas parejas continúan con el matrimonio, aunque no sea lo que soñaron o esperaron, mientras se refugian en una vida alterna de fantasías. Mantienen el matrimonio sin percatarse de que sus pensamientos alimentados por la pornografía en los hombres y por las novelas románticas en las mujeres, han dejado desprotegido y vulnerable al matrimonio.

 

Ya no se extraña al otro, ya no se suspira por su presencia, ya no se siente su ausencia. Aparece una especie de embotamiento; si él o ella están, o no, da lo mismo. Cada uno de ellos siente que vive ‘en paz’ cuando está solo/a, y agobiado/a cuando comparte el espacio con su pareja. Las críticas mordaces y los insultos solapados son la forma de relacionamiento diario. La intimidad es rutinaria, espaciada y poco gratificante. “Normalmente cuando una pareja pasa por una etapa de desencanto y la rutina se instaura como pauta de funcionamiento, crece la posibilidad de la infidelidad emocional. Si solo deseo que llegue el lunes para poder verlo/a en el trabajo, si constantemente quiero hablar o chequear el e-mail para ver si me ha escrito, significa que el fuego está cerca. Aquí puede surgir el engaño, la culpa y el remordimiento”.

 

Hoy en día se permanece mucho más tiempo en el trabajo que con el cónyuge. Este medio facilita las amistades especiales; es decir, personas con las que da gusto hablar, trabajar y relacionarse de modo más directo. Comienzan los coqueteos, las insinuaciones y conversaciones íntimas y privadas, las que, finalmente provocarán conexiones emocionales muy fuertes. Como dijo Catherine Deneuve: “Un flirteo es como una pastilla. Nadie puede predecir exactamente sus efectos secundarios”. Salomón lo dijo así: “La sabiduría te librará de la mujer (persona) inmoral, de las palabras seductoras de la mujer (persona) promiscua… Entrar a su casa lleva a la muerte, es el camino a la tumba”, Proverbios 2:16-18 (NTV) énfasis del autor.

 

Toda persona quiere que su cónyuge sea leal, tanto en acciones como en pensamientos. La infidelidad destruye el matrimonio o hace que la reconstrucción después del adulterio sea un verdadero milagro. El matrimonio es el único ámbito en que Dios bendice las relaciones sexuales. Dentro de los límites del matrimonio la unión sexual debiera ser una verdadera dicha.

 

Por medio de este capítulo Dios mismo quiere hablarte, ¿cuál será tu respuesta frente al dilema que plantea la fidelidad? ¿Existen conductas que corregir, pecados del pensamiento que confesar o, tal vez, lazos emocionales que cortar? Recuerda que diste tu palabra y estableciste pacto con tu cónyuge. Una decisión tan importante debería significar algo. Un hecho tan trascendental de tu vida, como es tu matrimonio, debería moverte a actuar de modo que hagas lo que prometiste hacer.

 

Alguien dijo una vez y con mucha razón: “Si mantienes tus votos de fidelidad, éstos mantendrán tu matrimonio”.

 

 

Extraído del libro “Que tu matrimonio no se arrugue” – José Luis Cinalli

 

 

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Pastores Cinalli

Extraído de página web www.placeresperfectos.org

Artículo “Amor en tiempos de Internet”

 

 

 

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