NO HAY TEOLOGÍA

SIN AMOR,

NI AMOR

SIN TEOLOGÍA

Muy a menudo se habla de lo importante de la teología, y la importancia del amor al prójimo, como si estos fuesen enemigos. O como si algunos de los dos fuese más importante que el otro. Dijo alguna vez un predicador “No debes reconciliar a los amigos, sino a los enemigos” (muy parafraseado). Y es que, realmente la teología y el amor al prójimo van directamente ligados. No es necesario darme mil vueltas tratando de explicarlo, lo sabemos al leer la biblia. Sabemos que nuestra fe debe ser sólida y sabemos que esta no puede ser solo palabras, debe traducirse en obras según Santiago, en hechos tangibles y visibles. 

Por un lado, tenemos a muchos que se autoproclaman los dueños de la sana doctrina (y que de hecho muchos la tienen) pero que con su vida niegan la eficacia de la piedad que proclaman. y por el otro a los que se autoproclaman dueños del monopolio del amor, y que desechan abierta o disimuladamente la educación teológica, dejando de lado que el “amor” que pueden entregar fuera de las escrituras no es tal. Obviando el hecho de que el amor que pueden entregar sin doctrina es solo una versión distorsionada del amor real (el que nos enseña Dios en su palabra).

El amor real y la teología real, son hermanos inseparables, aquél que tiene un acercamiento real y sano con la teología inevitablemente tendrá el fruto del amor, y aquel que dice amar, llevará en su amor, la verdad de la palabra de Dios, el mensaje completo de Dios. La buena noticia de la salvación a los condenados y perdidos. El mensaje que trae transformación en Cristo Jesús.

Por Gonzalo Vega
Iglesia del Evangelio Cuadrangular Templo Elim, Santiago, Chile.