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Historias relacionadas con pecado

Sana Doctrina

¿SANA DOCTRINA?

Hace unos meses circulaba una imagen diciendo más o menos así: “Hablan de sana doctrina y su doctrina no sana a nadie”. Aludiendo a la doctrina bíblica que incita al arrepentimiento y transformación por medio de Cristo Jesús. 

A mi memoria solo vino un versículo, Jeremías 6:14 el cual dice: “Y curan la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz”.

Ciertamente sería muy injusto de mi parte decir que la crítica es sin fundamento; bien lo mencionamos en el post del lunes pasado, aludiendo a hermanos que predican la sana doctrina (el mensaje correcto de acuerdo con la teología sistemática y la teología bíblica) pero que con sus actos niegan la eficacia de la piedad que predican, en respuesta a la mala praxis de quienes conocen en su cabeza la teología, sin embargo, no la ejercen, pasa a ser desprestigiado el mensaje a causa del mensajero. Cuando esta situación ocurrió en el tiempo de Jesús, Jesús le dijo al pueblo: “En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. Así que todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; pero no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, pero no hacen.” Mateo 23.2-3

Es decir, Jesús no les dijo que cambien el mensaje porque los mensajeros no cumplen el mensaje, no dijo que cambien la doctrina a algo más alcanzable y menos pesado para que no les cueste encuadrarse a eso. Por tanto, amigos, es necesario que nos volvamos al mensaje perfectamente equilibrado (léase con voz de Thanos) que tiene Cristo para el hombre. 

Las respuestas de las facciones más “liberales” terminan eliminando el mensaje para decir “paz, paz” pero no hay paz, sino simplemente un calmante a la conciencia, una anestesia que no ataca a la enfermedad.

En conclusión; es cierto que muchos “mensajeros” de la sana doctrina han dañado el mensaje con su mala praxis. Enseñando lo que a Dios agrada. Pero, en ocasiones dejando de lado que hay una gracia que nos capacita para vivir conforme la voluntad de Dios. No obstante, esto no es excusa para eliminar el correcto mensaje bíblico para no “dañar” con la doctrina del pecado y de arrepentimiento. 

Por Gonzalo Vega
Iglesia del Evangelio Cuadrangular Templo Elim, Santiago, Chile.

Justificación por acusación

JUSTIFICACIÓN

POR ACUSACIÓN 

Hace unos días me encontré con un post con las siguientes declaraciones:Violencia es que vendan un departamento de 17M2 a 2.200 UF, Saqueo es que un universitario tenga que pagar por 20 años lo que un diputado gana en dos meses, Saqueo es que seamos el único país con aguas privatizadas, Violento es que la pensión de un militar sea de 900.000 mientras que la de un profesor sea solo de 200.000, Saqueo es que el mismo remedio en una farmacia popular cueste 2280 y en farmacias ahumada 40.220, Violento es que las forestales tengan más derecho a las tierras y al agua, que las propias comunidades mapuches, Violencia es declararle la guerra a tu propio pueblo, Saqueo es que Piñera haya evadido en impuestos lo equivalente a que tu evadas durante 909 años el metro, Destruir algo creado por el hombre lo llaman vandalismo, pero destruir algo creado por la naturaleza lo llaman progreso.”

Lo más curioso de este post es que lo habían compartido muchos hermanos en la fe. Y sí, digo hermanos en la fe, porque, aunque considero que bíblicamente incurren en un error al compartir afirmaciones como las anteriores, siguen siendo hermanos. No condenados al infierno, no menos cristianos o más cristianos, simplemente cristianos. Hombres y mujeres sujetos a error, y que día a día han de ser perfeccionados, como aquellos que quizá no comparten dicho tipo de declaraciones, pero que incurren en otro tipo de errores y aun así son perdonados por Dios, no porque sus errores sean más o menos grandes, sino que son perdonados porque han creído en el sacrificio de Cristo Jesús como sacrificio suficiente.

Pero me parece necesario entrar en esta materia, ya que día a día este tipo de falacias argumentativas se hacen más presentes. Me justifico acusando que el otro también lo hace. O invalido lo que me dice alguien por quien lo dice. En su momento Jesús también combatió esta lógica de pensamiento. Así es, acompáñeme a Mateo 23:3 donde Jesús nos declara:
“Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen”.

Al parecer, muchos desde ese tiempo se justificaban acusando la injusticia de otros, “Es que los políticos no tienen derecho a decir que eso es un saqueo, porque ellos también saquean.” Sin embargo, debemos recordar que nosotros como cristianos no obedecemos a la ley porque quien la dicte, la cumpla o no, nosotros como cristianos obedecemos porque a Dios le agrada que seamos obedientes. Pero actualmente caemos constantemente en lo que se denomina como “Falacia Ad Hominem” o falacia hacia el hombre o al hombre, es decir, invalidar un argumento sin importar el peso que tenga solamente por quien lo dice. Lo cual también ocurre a la inversa. También avalamos lo que dice alguien, porque nos parece que quien lo dice es creíble. Pero para fines prácticos, un argumento, no es válido o invalido por su emisor, el argumento se debe validar a sí mismo, no el emisor a su argumento.

Y es lo que está diciendo Jesús al Pueblo; quienes les emiten el mensaje, no son para nada los más aptos, pero el mensaje que les entregan es real, y deben tomar ese mensaje.

Hoy, como cristianos, debemos ser claros y cuando se incurre en un acto de violencia, sea del lado que sea, debemos condenarlo. No devolviendo el golpe como muchos cristianos hoy creen, sino acusar la injusticia del modo en que Juan el Bautista lo hizo, pero no del modo que los Zelotes (vía armada) lo hacían. Y sí, palos y piedras también son armas si les das ese uso.

En conclusión, para el cristiano, no es válido ante Dios, justificarse en el pecado del prójimo. Obedecemos por amor a Dios y en esto Dios se glorifica. Con esto no estoy diciendo que no podemos luchar en pro de la justicia, sin embargo, la justicia parte en casa, antes de reclamar por pensiones dignas, ayudemos a los hermanos y a las hermanas de nuestras iglesias que tienen necesidad y trabajemos para tener que compartir como nos enseña la biblia. Recién entonces tendremos el derecho de tomar una pancarta y decir con moral que los pobres necesitan ayuda. Tomemos primeramente la escoba en casa y luego vayamos a limpiar las calles, porque de lo contrario, nuestra protesta y acusación es igual de inmoral que aquellos a quienes acusamos.

Por Gonzalo Vega
Iglesia del Evangelio Cuadrangular Templo Elim

LA PRUEBA DEL AMOR

LA PRUEBA DEL AMOR

¿Cómo Vencer la Tentación Sexual?

Este artículo ha sido gentileza de los Pastores Cinalli, ministros de Dios dedicados a la obra de la restauración sexual y que contribuyen a la formación de matrimonios más sólidos y familias más sanas. Visite su página web “Placeres Perfectos” en (www.placeresperfectos.org).

 

  • Pon un freno a tus ojos.

Alguien dijo una vez: “No está mal mirar a una chica, lo que está mal es desnudarla con la mirada”. Un pastor dijo: “La primera mirada no está mal, sino la segunda”. Entonces un joven levantó la mano y preguntó: “pastor, usted dice que la primera mirada no está mal”. Sí, dijo el predicador. El joven volvió a insistir: “Y usted dice que la segunda mirada sí está mal”. Sí, volvió a responder el pastor. Aquel joven terminó preguntando:“¿Y cuán laaaaarga puede ser esa primera mirada?”.

Recuerda que los pecados de varios personajes bíblicos comenzaron con la vista. “Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto…”, Génesis 3:6.

Nota: hay tres palabras que constituyen los peldaños en la escalera descendente al pecado: ver, codiciar y tomar.

 

El caso de David no es menos desagradable. El capítulo 11 del segundo libro de Samuel nos comenta la triste historia del hombre a quien Dios había llamado “varón conforme a mi corazón”: “Sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y vio desde el terrado a una mujer…”, 2º Samuel 11:2. El versículo 4 dice: “Y envió David mensajeros y la tomó…”

Jesús nos advirtió diciendo: “Por tanto, si tu ojo derecho te hace pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo, y no que todo él sea arrojado al infierno”, Mateo 5:29 NVI.

 

Además, Jesús dijo: “El ojo es la lámpara del cuerpo. Por tanto, si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de la luz”, Mateo 6:22 NVI.

 

No debes ignorar que los ojos son órganos sexuales muy poderosos. Helen Fisher dice que “tal vez sean los ojos y no el corazón, ni los genitales ni el cerebro, los órganos donde se inicia el romance, pues es la mirada penetrante la que provoca la sonrisa humana”.

 

Además, se ha comprobado que la mirada fija de dos o tres segundos puede reflejar un deseo sexual intenso. En otras palabras, si un joven tiene cierto interés por una chica o viceversa, sus pupilas se agrandan.

Los traficantes chinos de jade establecían los precios según lo que se le ensanchaba la pupila a su cliente.

Las pupilas de hombres y mujeres se dilatan cuando ven la imagen de un desnudo del sexo contrario. Las cortesanas o prostitutas han utilizado durante muchos siglos la belladona para dilatar las pupilas, y varios pintores del siglo veinte pintaron sus desnudos con pupilas enormes. Se ha descubierto entonces que las pupilas dilatadas son señales sexuales manifiestas.

 

Por tanto, ten cuidado con tus ojos. Una mirada codiciosa conduce a menudo a pensamientos pecaminosos que pueden dar lugar a una acción inmoral. Job tiene un buen consejo que darte: “Hice pacto con mis ojos; ¿Cómo, pues, había yo de mirar a una virgen?”. Un pacto con los ojos es una buena decisión para evitar todo pecado sexual.

 

  • José fue un joven que enfrentó con éxito la presión sexual.

La esposa de Potifar lo acosaba de día en día mediante propuestas e insinuaciones inmorales. Hasta que llegó el día en que ella lo planeó todo. Despidió la servidumbre del palacio y esperó sola por él. Se necesita gran valentía y una profunda convicción de temor a Dios para resistir tal embate y tal presión, pero José lo hizo huyendo: “…él dejó su ropa en las manos de ella, y huyó y salió”, Génesis 39:12.

Pablo en 1ª Corintios 6: 18 dice: Huyan de la inmoralidad sexual…” NVI.

Igualmente le escribe al joven Timoteo en estos términos: Huye de las malas pasiones de la juventud…”, 2ª Timoteo 2:22 NVI.

Contra el diablo, el consejo bíblico es que lo resistas y él huirá; contra la flaqueza espiritual, Jesús nos exhortó a velar; pero contra la fornicación, el mandamiento es HUIR.

De ningún otro pecado la Biblia nos manda a huir sino de la idolatría y de la fornicación, 1ª Corintios 10:14 y 6:18.

Huir no es cobardía, sino valentía. Puede implicar un gran precio: que seas rechazado, criticado, incomprendido y aun menoscabado en tus intereses. Es el caso de Gabriela, una estudiante universitaria que se enfrentó a una experiencia fuerte de presión sexual. Una de esas chicas inocentes, sin maldad, proveniente del interior de una provincia del norte argentino. Al tiempo de ingresar en la universidad, se trasladó a la capital. Allí tomó una materia con cátedra única. En cierta oportunidad, ella quedó después de la clase, en el aula, con la intención de hacerle a su profesor una pregunta relativa al tema estudiado. Él comenzó a hacerle algunas insinuaciones amorosas. Aquel profesor comenzó un trabajo muy fino y psicológico en la mente de la muchacha. La presión se hizo cada vez más intensa y, ante la negativa de ella a ceder a tal acoso sexual, él la amenazó con hacerle perder la materia, en estos términos: “o haces el amor conmigo o nos vemos las caras nuevamente el próximo año”.

Casi al borde de la desesperación, con algunos kilos menos en su peso y con gran tristeza vino a vernos. Nuestro consejo fue que permanezca fiel al Señor. El fin de la historia se resumen así: recursó la materia.

Mira, ser fiel al Señor tiene un precio que puede ser alto en algunas oportunidades. Para José implicó la cárcel y para Gabriela, perder una materia; pero jamás dudes de que la recompensa de Dios por tu fidelidad en nada puede compararse a estas pérdidas.

 

  • Considera la abstinencia como un derecho.

El no tener actividad sexual es uno de los incluidos en la Declaración de Derechos Sexuales y Reproductivos. No aceptes que te discriminen. No ignores que no puedes sentir culpa y a la vez placer; esas dos vivencias juntas son imposibles. No permitas que la presión del grupo te lleve a dejar de lado tus convicciones.

 

  • No cedas ante palabras seductoras.

Si un joven o una jovencita se ha propuesto tener relaciones sexuales contigo, puedes esperar cualquier cosa. Entre ellas, el viejo truco de las palabras seductoras. Hay algunas frases que son tan comunes en la China como en la Argentina.

Tu objetivo debe ser no pecar. Entonces no hagas nada que te lleve a pecar. Las caricias en los pechos, los besos apasionados en zonas eróticas como el cuello, el lóbulo de la oreja o las caricias suaves en las piernas te estimulan a desear mucho más. Y siempre seguirán donde dejaron la última vez. Hay señales que te advierten de posibles peligros. Son como semáforos que, del verde, se pasan al amarillo y, del amarillo, al rojo; una vez que se cruza, es imposible regresar. Hay una línea de no retorno donde tu excitación y estímulo serán tan intensos que se volverán irresistibles. No olvides: relación sexual no es solo penetración.

 

Extraído del libro “Lo que siempre quisiste saber y nunca te animaste a preguntar” – José Luis Cinalli y Silvia Cinalli

 

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Pastores Cinalli

Extraído de página web www.placeresperfectos.org

Artículo “La prueba del amor”

 

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