Un Versículo que sacado de su contexto favorece el machismo en las Iglesias

Muchas congregaciones sin considerar el contexto donde el Apóstol Pablo realiza comentarios y sugerencias a las Iglesias primitivas adoptan ciertos pasajes para promover el machismo en nuestras congregaciones disminuyendo el rol de la mujer tanto ministerialmente como en su participación eclesiástica. Es por eso que este artículo tiene como fin enseñar el contexto de las indicaciones que Pablo dio a la Iglesia de Corintos para que no se cometan errores de interpretación.

Primero que todo, es necesario destacar el plan original de Dios. En Génesis 2:18 nos indica que Dios creó a una compañera que sacó de la costilla del hombre. Vemos que en el plan original ninguno de los dos era superior al otro, si no que eran compañeros. Es interesante que Dios no sacó a la mujer del pie del hombre, ya que la misión no era que ella fuese pisoteada y tampoco fue sacada de la cabeza de él para que fuese ella superior, si no que fue sacada de la costilla, es decir del costado, al lado del corazón para ser amada y debajo del brazo para ser protegida, una compañera. Cuando uno revisa el plan original en Génesis 1:27-28, Dios le da órdenes al hombre y a la mujer que deben hacer, no obstante, no relega una cosa según sexo. No dice hombre ve a trabajar mientras la mujer se hace cargo de los hijos y de la casa. Esas divisiones la pusieron las personas para repartir tareas, no es mandato divino. Todo cambia cuando ingresa el pecado a la humanidad.

En Génesis 3:16 “Luego le dijo a la mujer: «Haré más agudo el dolor de tu embarazo, y con dolor darás a luz. Y desearás controlar a tu marido, pero él gobernará sobre ti”. Este texto nos muestra las consecuencias del pecado: El hombre debe esforzarse por subsistir en una tierra hostil que está muy lejos de parecerse al jardín del Edén mientras que la mujer deja de ser la asociada del hombre y su igual, es decir tras el pecado aparece la diferencia entre hombre y mujer. No existe evidencia alguna de que la intención haya sido disminuir a la mujer, sino asignar al marido la responsabilidad de cuidar de ella como una vía para restablecer la antigua armonía entre ambos y que se asigna al esposo la responsabilidad de guiar la relación matrimonial (véase Efesios 5:22-33). Sin embargo, con la llegada del Reino de los cielos con Jesucristo, esto no debería definir la relación entre hombre-mujer, porque somos hechos nuevas criaturas, y todo lo pasado quedó atrás y podemos vivir conforme al reino de los cielos, es decir desde el plan original y no desde la cultura del hombre caído.

En 1 Corintios 14:34 dice: “las mujeres deben guardar silencio durante las reuniones de la iglesia. No es apropiado que hablen. Deben ser sumisas, tal como dice la ley”. ¿Significa esto que la mujer no puede hablar en los servicios religiosos de hoy? Por supuesto que no. En el v. 11:5, que la mujer oraba y profetizaba en la adoración pública. También es claro, por los capítulos 12 al 14, que a ella se le dan los dones espirituales y se la anima a ejercitarlos dentro del cuerpo de Cristo. Las mujeres tienen mucho con que contribuir para participar en los servicios religiosos. El tema es el siguiente: El cristianismo fue la primera religión que consideró educar religiosamente a las mujeres y que ellas sean parte activa de la fe, sin embargo, las mujeres nunca habían recibido formación religiosa respecto a cómo comportarse en el servicio público, por lo que permitir que ellas participaran de esta nueva fe era algo vanguardista, nunca antes visto y que les daba beneficios que ninguna religión antes había otorgado, entonces… ¿Cómo un versículo que le daba dignidad a la mujer, hoy es usado en contra de ella?

La cultura de Corinto en sí era desordenada y las mujeres estaban disfrutando de su nueva dignidad en Cristo sintiéndose gozosas y libres al experimentar el Espíritu Santo, esto incitó a que las mujeres al no recibir formación religiosa, interrumpieran los servicios públicos con preguntas en medio de los sermones, y además por el mismo motivo que eran nuevas en el estudio de las escrituras, no seguían la liturgia que los hombres acostumbraban por su formación judía, generando más desorden del que ya existía. La verdad, si uno ve en este contexto, lo que dice Pablo es una enseñanza a las mujeres de cómo comportarse y una esperanza para que la mujer se eduque en la fe, no como que no deben aportar en nada y estar silenciadas como si estuviesen censuradas, sino que no había que interrumpir el servicio público por preguntas que podían ser respondidas en el hogar. Por otra parte, algunas mujeres de corintios empezaron a alardear sobre su libertad en la adoración pública generando desorden, y por consiguiente, mal testimonio por el tremendo choque cultural que eso implicaba, pues hay que considerar que en ese tiempo, por cultura la mujer casi no podía opinar nada por lo que los maridos podían ser criticados y avergonzados por otros varones y dejar mal el evangelio, por eso Pablo respondió que la mujer no podía alardear de su libertad en Cristo durante la adoración pública. La exhortación de Pablo apunta a promover la unidad, no a enseñar acerca del rol de la mujer en la iglesia, lo que él indica es la discusión desordenada que puede perturbar el servicio.

En la actualidad también debemos comportarnos de esa forma, nadie interrumpe al predicador para hacerle una consulta en medio del servicio, cualquier duda se puede hacer después, eso lo sabemos porque ya estamos formados, pero en ese tiempo no era así, en el presente si un hombre o una mujer interrumpe las reuniones públicas con cosas que se pueden responder en otro momento también se le haría una sugerencia similar, no con la intención de anular sino de poner orden.

Hay que considerar que Pablo elogió a muchas mujeres en sus cartas reconociendo su ministerio, por ejemplo, en Romanos 16:7 Pablo escribía cartas a Junias, una pastora de las iglesias de Jesucristo que en conjunto a su esposo Andrónico pastoreaban. Asimismo, en Romanos 16:12 se le hace reconocimiento a Trifena, Trifosa y Pérsida, mujeres siervas de Dios y que Pablo reconocía su ministerio. Finalmente, tanto en Romanos 16:3 y en 1 Corintios 16:19 aparece otra pastora de nombre Priscila, donde incluso en este último pasaje  pone en primer lugar el nombre de Priscila siendo esto es relevante ya que el primer nombre que se nombra siempre es por orden de importancia o de jefatura, por lo que al poner a Priscila primero, indicaba que Pablo reconocía que ella tenía un liderazgo más importante en la iglesia de roma “Den mis saludos a Priscila y Aquila, mis colaboradores en el ministerio de Cristo Jesús.”

A modo de conclusión, no existe versículo bíblico que poniéndolo en su contexto correcto y haciendo un adecuado estudio exegético y hermenéutico promueva el menosprecio al ministerio de la mujer o que la devalúe en su participación de la Iglesia, por el contrario, la Iglesia de Cristo fue la primera religión en darle dignidad a la mujer y libertad de culto y derecho a participar de los servicios, por lo que cualquier postura contraria a esta dignidad va en contra de lo que Cristo hizo por sus ovejas mujeres.

Si este artículo ha sido de bendición para ti, compártelo. Recuerda que existen artículos de varias temáticas en nuestro sitio web cuadrangulares.cl que pueden ser de edificación para el Cuerpo de Cristo.

 

—                                                                                                                                                     —

Psicóloga Gianina Schiavi Canessa
Iglesia Cuadrangular Hualpén, VIII Región del Bío-Bío, Chile.
Estudiante Bachillerato en Teología del Instituto Bíblico Nacional.